La aluminera estadounidense Alcoa dio la semana pasada por iniciado el periodo de consultas -de un mes de duración- para el expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción en las plantas de A Coruña y Avilés (Asturias), con la idea de cerrarlas, pese a que los comités de empresa de ambas se negaron a iniciar la negociación (el coruñés no asistió al encuentro en Madrid y el avilesino acudió pero solo para rechazar el despido colectivo). La multinacional estadounidense fijó ese día (el 31 de octubre) para hoy la segunda reunión con los representantes de los trabajadores, pero todo apunta a que la historia volverá a repetirse pues el comité de A Grela no tiene previsto acudir (asegura que aún no ha sido convocado) y el de Avilés se presentará con la misma idea de mostrar su rechazo al ERE, levantarse de la mesa y negarse a negociar. Ambas plantillas consideran "ilegal" el despido colectivo y esperan que tanto las administraciones como los juzgados lo tumben.

En este sentido, el presidente del comité de empresa de la planta coruñesa, Juan Carlos López Corbacho, apremió ayer al Ministerio de Trabajo a que resuelva los recursos presentadas por los representantes de los trabajadores contra el ERE de Alcoa para saber cuanto antes a qué atenerse. El pasado martes la plantilla coruñesa presentó en la Inspección de Trabajo en Galicia un escrito -que envió también al departamento que dirige Magdalena Valerio- en el que reclama que se invalide el despido colectivo por pretender negociarlo en las dos plantas de forma conjunta, cuando las factorías son independientes, filiales del grupo Alcoa.