La entidad financiera comunicó ayer la venta del 9,36% de las acciones que todavía controlaba en Repsol, unos 2.500 millones. De esta forma, CaixaBank pone fin a su histórica relación con la petrolera en una operación que le ocasionará un impacto negativo de 450 millones de euros en su cuenta de resultados del tercer trimestre del año, según reconoció el banco a través del hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).