Para Eloísa las desgracias eran menos intensas si se cargaban sobre cuantas más espaldas mejor. A las puertas de la cuesta de septiembre es probable que las palabras de la abadesa gala sea mejor cambiarlas por algo así como "las penas no lo son tanto si tienen descuento". Porque la vuelta al cole va a ser dura para los bolsillos de los consumidores en Galicia, sobre todo por el fuerte incremento de productos de gran demanda o primera necesidad como los carburantes, la electricidad, los alimentos o los alquileres. A excepción de las hipotecas, gracias a que el Euríbor continúa en negativo, todo va a ser más caro este año respecto al fin de las vacaciones de 2017. Es más, será el regreso a la rutina más gravoso de los últimos tres ejercicios.

los alimentos

En lo que va de año los productos de alimentación se han encarecido ya un 1,4%, cuatro décimas por encima de la media del pasado ejercicio. La culpa la tienen las patatas, las frutas frescas, los elaborados de pescado y la carne de ave, de acuerdo al Instituto Galego de Estatística (IGE). Y éstos son, precisamente, y según la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicios y Supermercados (Asedas), los productos que más repuntarán en ventas este mes. La patronal lo llama la operación despensa, y calcula que el gasto aumentará en torno a un 10%. ¿El problema? Que a nivel interanual la alimentación se ha encarecido un 1,8% para los gallegos, pero los salarios negociados por convenio hasta julio se han elevado en un 1,6% (para casi 200.000 trabajadores en Galicia). Esto es, los sueldos crecen por debajo de la inflación de los alimentos. ¿Lo bueno? Que, según el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, los"productos como los derivados del vino, refrescos, aperitivos, charcutería y helados moderan su consumo" con el fin de las vacaciones, y es bueno porque su precio ha subido entre un 2,1 y un 5,7% en lo que va de año.

electricidad

El golpe va a ser más duro que por el de llenar la nevera. La factura de la luz ha subido un 11% en agosto, en comparación con el mismo mes del año pasado, y otro 2,6% respecto a julio. Cualquier usuario puede acceder al simulador de precios de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) e, introduciendo la potencia contratada y el consumo, puede anticiparse a las malas noticias. Por ejemplo, para un hogar con una potencia contratada de 3,45 kilovatios y un consumo de 300 kilovatios hora, la factura mensual fue de 69,6 euros en agosto de 2016 y de casi 73 euros en 2017. Pero para este 2018 el coste -para este mismo hogar- rebasará los 79 euros mensuales. Si el usuario es beneficiario del bono social -por ejemplo, por familia numerosa- la factura engordará en casi cinco euros al mes.

La evolución del precio de la electricidad será de mayor impacto entre los consumidores acogidos a la tarifa regulada (o Precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), ya que depende directamente del mercado mayorista. La mitad de los usuarios gallegos, en torno a medio millón de hogares, están adscritos a la tarifa regulada, según la información aportada por el sector. La menor aportación de la generación hidráulica y eólica, el encarecimiento del gas natural y el carbón (cuya producción es además más costosa) y la sequía en Francia han propiciado la nueva subida de la electricidad, de acuerdo a los expertos.

combustibles

A la espera de que la CNMC y la Xunta determinen por qué Galicia es la comunidad con los precios más altos de la Península, también la vuelta al cole dolerá más con cada parada en una estación de servicio. Teniendo en cuenta los datos oficiales del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, llenar un depósito de gasóleo -el más habitual en el parque móvil gallego- cuesta ahora 69 euros de media en la comunidad, casi diez euros más que hace un año y once respecto al verano de 2016. Para los que utilizan gasolina de 95 octanos, llenar un depósito de 55 litros cuesta ya 7,5 euros más que el año pasado.

alquiler

Tan fuerte es la demanda de pisos para arrendar que, en el último año, el stock de inmuebles disponibles se desplomó en Galicia un 40%. Son datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), cuyo presidente, Benito Iglesias, ya advirtió a FARO que su encarecimiento se está haciendo "inasumible para los ingresos de las economías familiares". Según los datos del portal idealista.com, el precio del metro cuadrado de media ha pasado de 5,2 a 5,8 euros entre el primer semestre de 2017 y el del ejercicio en curso. Es un incremento del 11,5%, siete veces superior a la subida de los salarios negociados por convenio y cinco veces por encima a la mejora de los ingresos declarados por los contribuyentes gallegos en la última campaña analizada de la Renta (2016, presentada en 2017). Eso sí, el metro cuadrado llega a los 11 euros en Sanxenxo, sin duda por el tirón de la vivienda vacacional; Vigo es la siguiente localidad más cara: 8,50 euros. Teniendo en cuenta que este año vencen muchos contratos firmados al amparo de la reforma de la ley de alquiler de 2013, tocará revisar precios. Y, con el desabastecimiento de oferta, la revisión será probablemente al alza.

hipotecas

Será uno de los escasos respiros de la cuesta de septiembre. El Euríbor a doce meses, el indicador más utilizado para el cálculo de las hipotecas en España, cerró agosto con una tasa negativa del 0,170%, frente al -0,160% que marcó en el mismo mes de 2017, con lo que los créditos hipotecarios se abaratan en torno a unos 5 euros anuales. Al mes se notará poco, pero es una alegría que reciben los hipotecados: el Euríbor encadena ya 31 meses en tasas negativas.

vestido y educación

El último indicador del Índice de Precios al Consumo (IPC) es de julio, periodo de rebajas, con lo que el coste en prendas de vestir se redujo respecto al mes anterior. En comparación con el mismo mes del año pasado, eso sí, los precios han subido entre el 0,3 y el 1,5%, según el IGE. Lo que ha aumentado más es el coste de los productos y servicios vinculados a la educación primaria, secundaria y universitaria, con un alza media del 1,2%.

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