La economía española se aferró a la devaluación salarial para salir de la crisis bajo la premisa de que el ajuste en los costes laborales permitiría ofrecer unos productos más baratos en el exterior y, de esta forma, convertir a las exportaciones en motor de crecimiento. Ahora, tras casi un lustro de estancamiento salarial y de pérdida de poder adquisitivo, la recuperación económica ya da los primeros atisbos de trasladarse a la de los salarios de los trabajadores gallegos. La mayor parte de los 320 convenios colectivos firmados en la comunidad desde el mes de enero del 2017 han incluido subidas salariales para sus trabajadores por encima del IPC.

Los 320 acuerdos de negociación colectiva firmados desde entonces afectaron a un total de 379.000 trabajadores en la comunidad, de los cuales 246.694 (un 65% del total) vieron cómo el alza recogida para su nómina se situaba por encima del IPC de ese mismo mes. Es lo que ha ocurrido en este mes de marzo, en el que los ocho nuevos convenios colectivos firmados para 25.200 trabajadores recogen alzas salariales del 2,02%, ocho décimas por encima del IPC (+1,2%, según el dato adelantado de marzo).

El mes de octubre del año pasado fue el punto de inflexión. Tras una primera mitad del año marcada por la fuerte escalada del IPC como consecuencia del repunte en el precio del petróleo y la electricidad, fue en ese mes, coincidiendo con la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Pontevedra (Boppo) del convenio del metal pontevedrés, cuando se dio la vuelta a la tendencia y las alzas salariales comenzaron a superar a las de los precios.

Los acuerdos colectivos firmados durante ese mes en la comunidad preveían un alza media del 2,22% en las nóminas, casi siete puntos más que el IPC, que por aquel entonces se situaba en Galicia en el 1,5%. La dinámica se prolongó en noviembre y diciembre, con alzas salariales en convenio del 1,72% y el 1,52%, y en el arranque de este año. Unos 176.000 de los 178.484 trabajadores gallegos afectados por los nuevos convenios colectivos (el 99% del total) ven como estos acuerdos recogen unas subidas salariales que superan al IPC.

La moderación en la subida de precios, que, según el INE se situaron en el 0,6% en enero, el 0,9% en febrero y el 1,2% en el dato avanzado de marzo, han allanado el camino. El precio del petróleo modera su subida, mientras que la factura de la luz y el agua, registra un descenso del 1,2% respecto al arranque del año pasado -según el INE-, gracias a las fuertes lluvias y vientos que han empujado a la energía eólica e hidráulica, dos de las fuentes más baratas en el mix energético.

La inflación se modera, mientras las subidas salariales pactadas en convenio, aún sin alcanzar los niveles previos a la crisis, crecen a su mayor ritmo en seis años. El 1,6% de crecimiento que registran en el arranque de año en la comunidad es ligeramente superior que el 1,53% de la media estatal y el 1,52% de 2017. Además, consigue superar la barrera del 1% que se le había resistido entre 2013 y 2016, aunque todavía no alcanza las revalorizaciones del 3% que protagonizaba en la década previa al estallido de la crisis económica.

De mayor ámbito

Se da la paradoja de que los convenios de empresa siguen siendo mayoría en número en Galicia (103 de los 133), pero se aplican sobre un porcentaje de trabajadores cada vez menor. De los 178.484 trabajadores gallegos a los que se les ha aplicado un nuevo acuerdo colectivo este año, solo 10.513 (un 5,9%) lo hacen bajo el paraguas de un convenio de ámbito de empresa, que, por lo general, incluyen subidas salariales menos pronunciadas. Ascienden al 1,42% en lo que va de año, frente al 1,61% que recogen, de media, aquellos de ámbito estatal, autonómico, provincial o sectorial.