El astillero Hijos de J. Barreras ha pisado el acelerador en la construcción del crucero ultrapremium para la cadena hotelera estadounidense The Ritz-Carlton (The Ritz-Carlton Yacht Collection). La factoría ha contratado a la empresa lusa Irontec para acelerar el ensamblaje de los bloques de cerca de una decena de auxiliares del naval. Divididos en dos turnos de trabajo, cerca de 120 trabajadores del país vecino están en el astillero montando y soldando el que será el buque más caro del naval civil español.
Según pudo saber este periódico, la firma de Setubal tenía ayer en el astillero a 118 trabajadores. Fuentes del comité de empresa explican que "el número no es fijo" y que la decisión del astillero "es normal porque no hay gente aquí" para hacer este tipo de trabajos. "Cuando aquí no hay, habrá que buscarlos fuera", entienden. El propio presidente de la factoría, José García Costas, anunció durante la puesta de quilla del crucero el pasado mes de enero que existe "un problema grave de falta de trabajadores cualificados" en Vigo. Por este motivo, avanzaba que estaban "contemplando la posibilidad de traer foráneos".
Las exigencias de este exclusivo buque ya ha llevado a la especialización de los trabajadores del naval de la factoría y de las auxiliares que participan en él. De esta forma se adaptan a las exigencias de la construcción y de la propia armadora, lo que, junto al mal tiempo -que dificulta los trabajos de calderería y soldadura- ha llevado a un leve retraso en la construcción.
La lusa Irontec ya participó, por ejemplo, en el ferri Abel Matutes, construido por el astillero vigués Hijos de J. Barreras en 2009, participando en una reparación de 700 toneladas o en la fabricación, montaje y pruebas de 9.000 tubos. El buque, de la naviera Baleària, es el de mayor eslora hecho en la factoría (195 metros) y es considerado el primer barco de pasajeros español en usar gas natural licuado (GNL) tras ser adaptado y estrenado el pasado año.
Precisamente GNL será lo que utilice el próximo ferri que entrará en vigor en la factoría de Beiramar. En este caso el dueño será la naviera Armas, uno de los clientes más fieles del astillero. En Barreras ya están preparando el corte de chapa para este buque que tendrá más de 190 metros de eslora, mientras continúan avanzando en la firma antes de este verano del segundo crucero de lujo para The Ritz-Carlton Yacht Collection. Además ha presentado ofertas para otros buques similares a navieras europeas.
