Para la mitad de los consumidores españoles y extranjeros el vino español es siempre un rioja. Es un "pilar de aceptación" en el mercado; uno que no tenía Terras Gauda. Hasta el 8 de febrero. Ese jueves la firma vitivinícola pontevedresa selló su gran ambición: tener en su portfolio (catálogo) de productos uno de esos vinos que se conocen en todo el mundo, pese a que la de A Guarda exporta ya a 60 países. Cerraba así la compra del 75% de la bodega Egomei, ubicada en Alfaro, con capacidad de producción de 400.000 litros y 110 hectáreas de superficie. Un hito no solo para Terras Gauda, sino para el sector gallego. "Es la primera vez que se produce un fenómeno a la inversa, porque hoy tenemos implantadas en Galicia a las bodegas más importantes de La Rioja", destacó el presidente de la empresa, José María Fonseca Moretón. "Hoy hay una bodega gallega por los cuatro costados con un pie" en tierras riojanas.

No ha trascendido el importe de la operación "por motivos de confidencialidad", aunque el desembolso aprobado por Terras Gauda redundará en la propia bodega a través de una ampliación de capital. Los activos de Egomei están tasados en seis millones de euros "sin la maquinaria", como explicó el director financiero, Santiago Delgado. La mitad del importe se ha aportado con fondos de Terras Gauda, y la otra con apalancamiento financiero con Grupo Banco Popular -ahora integrado en Santander- como copartícipe de la operación. El crédito tiene dos años de carencia, agregó a preguntas de FARO.

El objetivo de Terras Gauda pasa por aportar a Egomei su propia filosofía, y cambiará su marca. Para el director general de la vinícola gallega, Enrique Costas, "tenemos que hacer un vino que aporte algo más a los crianzas de La Rioja, para hacer lo mismo no habríamos hecho la compra", agregó. La primera cosecha será de unos 40.000 litros, y está prevista para final de año. Con todo, serán las propias uvas las que marquen el calendario de producción. "Nos hace ilusión ampliar este proyecto. En nuestro portfolio faltaban vinos rioja", destacó Costas.

Para la compañía que preside Fonseca, "consciente de lo que quiere aportar" a un mercado muy competitivo y en economía de escala, esta nueva marca "va a ser un paraguas para crecer en muchos sitios" por la propia penetración que tienen los vinos riojanos. Terras Gauda apostará por las gamas de crianza, pero no descarta en el futuro lanzar otras como reserva o varietal. Tampoco dice "no" a aprovechar las plantaciones de olivos y frutales que tiene Egomei, ni siquiera de lanzar un aceite de oliva propio con la enseña pontevedresa. "El tiempo dirá lo que tenemos que hacer, no vamos a conquistar Zamora en una hora", ilustró Fonseca Moretón. Terras Gauda llevaba varios años diseñando una operación como ésta, que en parte se sufragó gracias a la ampliación de capital aprobada hace un año (por 670.000 euros, hasta un total de 6.545.280 euros sucritos).

Entre los mercados a los que ya exporta la compañía están China, Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda, Noruega, México, Alemania y Holanda, que son los de referencia (además del mercado interno español). A cierre de 2017 agregó cuatro nuevos países: Sudáfrica, Islas Bermudas, Uruguay y Guatemala, y ha sellado asimismo acuerdos de distribución para Rusia, Colombia o Japón. A día de hoy Terras Gauda comercializa 1,5 millones de botellas; otras 290.000 a través de Pittacum, que exporta un 42% de su producción; con Quinta Sardonia, que vende un 70% fuera de España, alcanza las 136.000 botellas de vino.