Cinco socios a partes iguales, expertos en la industria pesquera, unidos para aportar productos de valor añadido a un mercado global. Esta es la filosofía de Worldwide Fishing Company (Wofco), una sociedad que acaba de nacer pero que prevé cerrar el ejercicio con un volumen de ingresos de 50 millones de euros y que comercializa en torno a 1.100 toneladas de producto al mes. La compañía ha unido a empresarios de Cangas do Morrazo, Vigo, Ecuador y China con una "filosofía de economía colaborativa" en la que todos proporcionan lo que tienen y lo que saben hacer. "Cada uno aporta algo y así podemos ofrecer un portfolio de producto más diverso". Hablan Alberto Barreiro, Borja Tenorio y Alfredo Méndez. Los otros dos accionistas, Giansandro Perotti y Kunming Yang, llegarán a Vigo para la puesta de largo de la empresa en la 19º feria de Conxemar. El 60% de su facturación procede ya del exterior, con Estados Unidos y China como grandes bastiones.
La filosofía de Wofco se asemeja a la de una trader, pero también son productores. "Si un socio tiene materias primas y otro una fábrica, nosotros vendemos el producto tal y como lo necesita el cliente final", explica Méndez, también director general de Blue Planet Limited, que opera desde China y Vietnam. "Detectamos las oportunidades que surgen por la globalidad de la empresa". "No hacemos solo acuerdos comerciales porque también estamos en origen", con plantas de procesado (propias o vinculadas) en Marruecos, Ecuador, China y Perú. "Deslocalizamos la producción", lo que aporta más flexibilidad y competitividad a la sociedad, pero también les permite "controlar toda la trazabilidad". La factoría de Zhoushan Greenfood, en la urbe donde los dueños de Albo prevén construir una macroplanta de más de 60.000 metros cuadrados, produce 17.000 toneladas de cefalópodos anuales y dispone además de 8.000 toneladas de capacidad frigorífica. La de Transmarine (en Manta, Ecuador), se nutre de su propia flota de pelágicos y capacidad de congelado a -60º.
Es el concepto de "economía colaborativa" en el que hace hincapié Alberto Barreiro, que a su vez es consejero a su vez de Frigoríficos del Morrazo. Él aporta a Wofco la disponibilidad de capturas en las Falkland (Malvinas) o NAFO. Con Giansandro Perotti sucede algo similar, ya que aporta una importante flota de palangreros y capacidad industrial en atún. El asiático Kunming Yang, fábricas en el mayor país del mundo y flota para la pesca de cefalópodos ( illex argentinus o pota, dosidicus gigas o potón y todarodes pacificus o calamar volador del pacífico), establecida en uno de los principales puertos del gigante asiático. Borja Tenorio, expertise en el mercado de trading y fabricación, sobre todo en el segmento de túnidos y cefalópodos, completa el equipo con Méndez, vigués afincado en Asia.
"Es muy complicado entrar en el mercado de Estados Unidos, ahora que todos apuestan por él", expone Tenorio. Pero es un camino que ya habían andado los socios de Ecuador y China; Wofco "aprovechó la oportunidad" y ofrece al cliente norteamericano productos de elevado valor añadido. La marca Wofco no estará disponible en el segmento retail (venta al por menor) porque están centrados en clientes industriales, mayoristas y foodservice. Como objetivo futurible -o "declaración de intenciones", puntualiza Barreiro- han registrado ya las marcas Saku -60 y Vostoq.
Nació con un equipo de cinco empleados en julio del año pasado y hoy tiene 13, "altamente cualificados y con larga experiencia acumulada en el sector". En los próximos días ocuparán una nueva sede en Cangas, vecina a Frigoríficos del Morrazo. Aunque poseen decenas de referencias (a Conxemar acuden con una amplia gama), son especialistas en langostino, atún y "todo tipo de cefalópodos". "Estamos muy agradecidos a nuestro equipo y al sector, nos han dado una bienvenida fantástica".
