El astillero vigués Hijos de J. Barreras ya ha comenzado la selección de las industrias auxiliares y los fabricantes de equipos que participarán en la construcción del primero de los tres cruceros de lujo para la nueva naviera de la cadena hotelera americana Ritz-Carlton (Ritz-Carlton Yacht Collection), según ha podido saber FARO. Responsables de la factoría y de la casa armadora hicieron ayer oficial en Vigo el contrato del primer buque, que tendrá una eslora de 190 metros y un valor de unos 250 millones de euros, y que será entregado en el cuarto trimestre de 2019. Los impulsores del barco son el fondo de inversión Oaktree y los navieros Douglas Prothero y Lars Clasen.

El presidente del consejo de administración de Barreras, José García Costas, calculó que este barco ocupará a una media de entre 600 y 800 trabajadores durante su construcción, y espera firmar una segunda unidad "antes de final de año".

Antes de decantarse por Barreras, Ritz-Carlton solicitó ofertas a un total de 17 factorías navales europeas, según fuentes consultadas, pero solo tres astilleros llegaron a la fase final, en la que la firma viguesa se impuso por su "gestión abierta y profesional", la "gran capacidad" de la industria auxiliar gallega y las facilidades conseguidas en materia de financiación. Hasta seis entidades financieras españolas (CaixaBank, Abanca, Banca March, Ibercaja, SabadellGallego y Pastor-Popular) participan en esta operación (con un sistema de tax lease estructurado por CaixaBank y Banca March), que cuenta además con el respaldo del Instituto de Crédito Oficial (ICO), de CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) y del Igape.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, celebró la incursión de Barreras en un mercado nuevo y con perspectivas de crecimiento. Sobre la operación apuntó: "Financiar más de 250 millones de euros es una apuesta sin precendentes por este astillero y por Galicia". Feijóo, que estuvo acompañado por el conselleiro Francisco Conde, afirmó que el contrato viene a corroborar la recuperación del naval gallego y emplazó a Barreras a sacar "matrícula de honor" con este buque para convertir a Galicia en un referente internacional en el segmento de los cruceros de lujo.

El astillero vigués, que iniciará en breve las obras para poder cumplir con los plazos de entrega, ya ha comenzado la selección de las industrias auxiliares y los fabricantes de equipos que participarán en el proyecto, como MAN (para los motores diésel), ABB (para los propulsores azimutales) y Otis Marine (para los ascensores, que serán fabricados en la planta de Enor en Valadares), entre otros. Barreras también ha llegado a un acuerdo con la compañía austriaca Interior Proman, uno de los mayores especialistas mundiales en interiores de megayates y cruceros de lujo, según ha podido saber este periódico. En este campo, el constructor naval vigués también estaría negociando con firmas gallegas como Cándido Hermida, Malasa o Ramón García, que ya tienen experiencia en habilitación naval para los megayates.

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Los directores generales de Ritz-Carlton Yacht Collection, Lars Clasen y Douglas Prothero, coincidieron ayer en que este nuevo buque estrena el segmento de los cruceros de ultralujo y que la embarcación será un "híbrido" entre crucero y superyate. Diseñado por la prestigiosa firma sueca Tillberg Design, el barco tendrá cinco restaurantes, un spa Ritz-Carlton y su propio puerto deportivo (en la popa, donde se podrá tomar el sol casi al nivel del mar). Contará además con el ratio de tripulantes por huésped más alto del mercado: uno por cada 1,5 pasajeros, para una atención lo más exclusiva posible. En total, el crucero puede llevar a un máximo de 544 personas a bordo (289 pasajeros), con una velocidad de servicio de 16 nudos y una máxima de 17,8. Prothero aseguró que por su tamaño (190 metros de eslora, por 23,8 de manga y 5,65 de calado), este barco podrá acceder a parajes y puertos inaccesibles para los grandes cruceros, y hará también menos escalas, en torno a cuatro por semana. "Queremos darle al cliente la experiencia de viajar en su propio megayate", aseguró.

El presidente de Barreras reconoció que este buque es un "desafío" que se va a superar "con muy buena nota" y confió en poder cerrar el contrato de una segunda unidad antes de que finalice el año.