Nueva Pescanova y los representantes de la plantilla irán a mediación para tratar de resolver un conflicto que amenaza con enquistarse y desembocar en una huelga indefinida, como avanzó ayer FARO en exclusiva en su edición digital. Pero no será por iniciativa de ninguna de las dos partes, sino que ha sido la Xunta la que instó el procedimiento, que fue comunicado a mediodía y se iniciará el viernes en Vigo. "Ya hemos actuado", respondió ayer el conselleiro de Industria, Francisco Conde, interpelado en el Parlamento por su postura en la crisis. "A los políticos se nos debe pedir prudencia, y la mediación es el cauce apropiado para este tipo de situaciones", respondió a la diputada de En Marea Paula Quinteiro.

"Nosotros -continuó Conde- estamos del lado del empleo de calidad. Estamos en defensa de los trabajadores y de la competitividad de Pescanova". El conselleiro reivindicó el papel que la Xunta mantuvo durante el colapso de la compañía, a la que concedió un préstamo (con siete bancos) para permitir su continuidad dos meses después de entrar en concurso).La diputada de En Marea reprochó a la pesquera, en línea con las organizaciones sindicales, que el convenio propuesto vaya a "precarizar" las condiciones laborales. "El Gobierno es consciente de la importancia de Pescanova para el tejido productivo. Es un estandarte, una empresa esencial que genera 2.000 empleos y factura 400 millones de euros en Galicia", zanjó Conde.

A la mediación irán todos los sindicatos con representación en el grupo. También Comisiones Obreras, que no se adhirió a las dos convocatorias de huelga (de CIG, UGT, CUT y USO) pero sí ha protagonizado paros parciales contra el convenio. "Hemos aceptado la invitación de la Xunta", valoraron desde Nueva Pescanova, es un gesto muy positivo que agradecemos". Entre las centrales sindicales no creen que la compañía acuda al encuentro con una nueva propuesta, pero confían en que la mediación sirva para modificar el núcleo duro de su oferta. La que más ha suscitado el rechazo de los sindicatos ha sido la de aplicar unas condiciones diferentes a los nuevos contratados, con salarios similares a los del convenio estatal de elaborados, y otros cambios en la remuneración de la antigüedad o en la flexibilidad del horario laboral.

De momento la actitud de la empresa ha sido la de no retomar los contactos mientras hubiese medidas de presión sobre la mesa. Este sábado los sindicatos prevén celebrar una asamblea en Redondela donde a priori se analizaría la posibilidad de convocar una huelga indefinida a partir del 3 de abril.