El proyecto 9B-XX, código con el que se conoce a la próxima generación del Opel Corsa y a un nuevo modelo crossover de pequeñas dimensiones que relevará al Adam, se retrasará al menos un año, hasta 2020, para aprovechar las plataformas de PSA, según indicaron fuentes del grupo a los analistas el pasado lunes. El proyecto 9B-XX fue adjudicado a finales del año pasado a la planta zaragozana de Figueruelas.

El objetivo del retraso no es otro que utilizar una de las plataformas modulares de PSA. Cuando se estableció la alianza industrial entre PSA y Opel, a finales de 2013, ya se había estudiado la posibilidad de compartir plataforma también en los segmentos más pequeños y en las grandes berlinas, aunque finalmente la alianza se centró en los nuevos SUV y en los vehículos comerciales ligeros (como el proyecto K9 de Vigo). Pero una vez consumada la compra de Opel por PSA, Tavares quiere retomar el proyecto original, por lo que no se descarta que el Opel Corsa, por ejemplo, se ensamble en la misma base que el Peugeot 208 o el Citroën C3, según ha podido saber FARO.

En el caso del proyecto 9B-XX, esa demora de un año puede afectar a los planes del centro maño, que confiaba en volver a niveles de medio millón de coches anuales en 2019. La planta se está preparando para el lanzamiento en abril del nuevo Crossland X, que sustituye al Meriva, y ya en agosto, de la siguiente generación del C3 Picasso (C-Aircross), cuya imagen será desvelada esta semana en el Salón del Automóvil de Ginebra.