Trabajadores y delegados del metal se manifestaron ayer en distintos puntos de la ciudad de Vigo en protesta por el bloqueo en la negociación del convenio colectivo provincial, que continúa sin acuerdo pese a la multitud de reuniones celebradas en los últimos nueve meses. CC OO, UGT y CIG convocaron las movilizaciones, que se repitieron en Pontevedra y Vilagarcía, para instar a la patronal a que "mueva ficha" en la negociación de este convenio, que afecta a 22.000 trabajadores, después de su última oferta, que los sindicatos creen "insuficiente".

La patronal pide modificaciones en los contratos de formación, en el complemento de eventualidad, propone una vigencia de dos años y accede a mantener las limitaciones en cuanto a la contratación de operarios por ETT. En lo que respecta a los salarios, los empresarios ofrecen un incremento del 0,5% en 2015, aunque no tendría carácter retroactivo (se haría efectivo cuando se firmase el acuerdo), y del 0,75% en 2016.

Las centrales criticaron duramente las propuestas, sobre todo los cambios en el complemento de eventualidad, porque supondría reducir su cuantía y mermaría los salarios de los trabajadores temporales. También reprocharon que pretenda cobrar al finalizar el contrato, y no mes a mes.

El portavoz del Metal en la CIG de Vigo, Xulio Fernández Alonso, aseguró que las protestas "son un calentamiento" y que los trabajadores mantienen "intacta" su capacidad de movilización, pese a la pérdida de unos 8.000 empleos en los últimos años. "Nos están pidiendo pelea, están tensando mucho la cuerda y se van a llevar una sorpresa", avisó.

Ramón Sarmiento, de CC OO Industria, señaló por su parte que ayer "ha culminado una etapa" y que la prioridad de la acción sindical será "el escenario de movilización". Éste abundó en que la próxima reunión de la mesa negociadora "no tiene fecha, ni falta que hace", y que de haber una nueva tiene que ser la definitiva, "dure lo que tenga que durar".