Indra mueve ficha. La empresa, una de las que lucha por convertirse en el socio tecnológico del centro de aviones no tripulados que se ubicará en el aeródromo de Rozas (Lugo), presentó recientemente un modelo de dron para vigilancia marítima que pretende trasladar a las instalaciones de la Xunta. Esta es la baza con la que juega la empresa que compite cara a cara con la unión de empresas temporal (UTE) gallega denominada UAV-Galicia. Una competición que entra en una fase de diálogo en la que los técnicos de la Administración gallega valorarán los proyectos presentados por los nueve candidatos, entre los que figuran también Airbus, Boeing, Everis, Elbit Systems, Augustawestland (junto a Telespazio), Inaer y Thales.
La multinacional española presentó el modelo P2006T MRI durante el ciclo de conferencias Maritime Reconnaissance & Surveillance, celebrado en Londres. Según indica la empresa, se trata de la versión no tripulada del modelo, adaptada para estas necesidades y que ya ha superado las pruebas de viabilidad y realizó con éxito la demostración experimental. Ahora es el momento de las fases de certificación y pruebas del sistema, para lo que Indra ya ha ofrecido a la Xunta la opción de desarrollar las actividades en el centro de Rozas.
"Se trata de un sistema que ofrecerá una autonomía de vuelo de 12 horas, elevada capacidad vigilancia marítima y de búsqueda y rescate, y un coste de operación y mantenimiento imbatible", afirmó el director general de la compañía José Manuel Pérez-Pujazón. El dron tendrá un precio inferior a los seis millones la unidad.
El P2006T MRI fue desarrollado en su día como una solución de vigilancia de bajo coste basada en un avión ligero tripulado. Según la empresa, el modelo original ya fue "probado con éxito" por la Guardia Civil y por Frontex en la operación Indalo (costa sur española), en la operación Cross Eye, (canal de Sicilia) y en las demostraciones del Sistema Perseus de la Unión Europea (en aguas del mar de Alborán y del Mar Egeo).
Indra apuesta por este modelo para cubrir las zonas costeras con un coste de operación "muy reducido" comparado con las aeronaves de vigilancia tradicionales. Este dron permite la instalación e integración a bordo de un radar de barrido electrónico Seaspray 5000E, una cámara visible e infrarroja de alta resolución, un sistema AIS (de localización), un radioenlace line of sight con un alcance eficaz de 180 millas náuticas y un terminal inmarsat, capaz de transmitir a una estación de tierra la señal radar en tiempo real.
Fase de diálogo
Por su parte, la alianza formada por las gallegas Utingal, Europrecis, Thune Eureka y Tromosa (Matrigalsa, Demsu y Norinver ya abandonaron la iniciativa), junto a sus socios madrileños Elecnor Deimos, Unmanned Solutions (USol) y Fetsia (Factoría Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid), entran ahora en una nueva fase clave para el futuro de su proyecto. Hoy y mañana se reunirán con la Xunta para evaluar el estado de su propuesta y a partir del lunes tendrán un plazo de 10 días para mostrar su informe final para que el Gobierno gallego decida. "Irán sacando anotaciones, puntuaciones, van viendo las diferencias que hay entre las opciones e irán diciendo lo que hay que mejorar y lo que no. Es una monitorización de los proyectos", apuntó Jesús López, gerente de Utingal.
De esta forma, a partir del día 29 de este mes la Xunta deberá decidir por cual de las opciones apostar para convertirse en socio tecnológico del polo industrial e innovador de aviones no tripulados de Galicia.
