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Automoción

PSA encarga al vigués Alejandro González su política industrial en África y Oriente Medio

El ingeniero, hasta 2011 director de Montaje en Vigo, se ocupará de pilotar los nuevos proyectos en la región, como la factoría prevista en Irán con Khodro

PSA encarga al vigués Alejandro González su política industrial en África y Oriente Medio

El grupo PSA Peugeot Citroën ha vuelto a echar mano del saber hacer vigués para desplegar su estrategia industrial, en esta ocasión en el continente africano y en los países de Oriente Próximo. La multinacional francesa, que considera prioritarios estos mercados por su elevado potencial de crecimiento en el horizonte de la próxima década, ha designado al vigués Alejandro González, que hasta 2011 había sido el responsable de la unidad de Montaje del centro de Balaídos, nuevo director industrial de operaciones y proyectos para África y Oriente Medio, según ha podido saber este periódico. González, que en PSA-Vigo fue sustituido por el actual director de la planta y del polo ibérico de PSA, Yann Martin, se encargará de pilotar proyectos como la nueva factoría que la corporación gala prevé construir en Irán con su socio local Khodro tras el levantamiento de las sanciones internacionales a Teherán por su programa nuclear.

González, ingeniero industrial por la Universidad de Vigo (1982-1988), forma parte de la remesa de ejecutivos forjados en Balaídos de la que también forman parte Juan Antonio Muñoz Codina, el máximo responsable industrial del fabricante en Europa, o Javier Varela, actual vicepresidente de la joint venture que PSA y Toyota mantienen en la planta checa de Kolin. González desarrolló su carrera en el seno de la multinacional francesa, ocupando diferentes cargos en la factoría de Vigo asociados a la unidad de Montaje, de la que fue director entre los años 2007 y 2011. El grupo premió entonces su labor nombrándolo adjunto a la dirección industrial en París, responsabilidad que desempeñó hasta el año pasado.

Ya con Carlos Tavares como presidente del consorcio, González ha sido designado director industrial de operaciones y proyectos para África y Oriente Medio, reportando directamente al director de operaciones de esta región, el francés Jean-Christophe Quémard. El grupo concede una especial atención a estos mercados, en los que calcula que se venderán alrededor de 8 millones de coches anuales en el horizonte de 2025, frente a los 5 millones actuales. González tiene entre sus cometidos planificar el desarrollo industrial de PSA en la región, que podría incluir la apertura de nuevos centros de producción, tanto en África (la multinacional suscribió el año pasado un acuerdo con la firma nigeriana PAN Nigeria para el montaje de vehículos, en concreto del Peugeot 301 vigués, en este país africano, y no descarta la apertura de instalaciones propias) como en Irán, donde ya hay un proyecto en marcha, a la espera del fin definitivo de las sanciones internacionales.

La propiedad de la nueva factoría sería compartida al 50% entre PSA e Iran Khodro, y la multinacional gala se habría comprometido también a acompañar esta inversión con la creación de un nuevo centro de desarrollo de vehículos en este país, uno de los mercados históricamente más importantes para Peugeot, y que tuvo que abandonar a principios de 2012 como consecuencia de las sanciones internacionales contra el programa nuclear iraní, según indicó recientemente en una entrevista el director general de la compañía persa, Hashem Yekeh Zareh.

Esta planta -en cuyo proyecto ya está trabajando el ingeniero vigués, según fuentes consultadas por FARO- fabricaría nuevos modelos (no estaría destinado a ensamblar siluetas ya existentes grupo galo, como ocurría hasta 2012) destinados también a exportación. Hasta 2011, Irán era el segundo mercado en volumen para la marca del león tras Francia, con casi medio millón de vehículos al año. La salida de Irán, en la primavera de 2012, supuso un duro golpe para las cuentas de PSA Peugeot Citroën y de otros fabricantes arraigados en este mercado de casi 78 millones de habitantes, como Renault, lo que había dejado sin trabajo a unas 100.000 personas en la industria automovilística de la república islámica.

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