"Son unos desalmados y lo demuestran con todo lo que hacen para que la crisis la paguen solo los pobres y los trabajadores. Y todo porque lo manda Merkel. Es una vergüenza lo que está pasando en este país". La frase, que luego, con distintos matices, sería repetida por líderes sindicales y manifestantes, es parte de la conversación que mantenían ayer por la mañana dos hombres mayores en una acera de Urzáiz, poco antes de que la arteria viguesa quedara tomada por los miles de ciudadanos -unos 75.000, según la Policía Local- que participaron en las tres manifestaciones convocadas por los sindicatos para celebrar el 1º de mayo, que ayer no fue "conmemorativo sino más reivindicativo que nunca" en una ciudad con más de 35.000 personas en paro. En Galicia más de 100.000 personas salieron a la calle para demandar un cambio de rumbo.

La movilización ciudadana en Vigo se inició a la 11.00 horas con la manifestación convocada por CUT, CGT, STEG y varios sindicatos sectoriales, que sumaron más de un millar de personas. Poco después arrancaba, también en Urzáiz, la manifestación conjunta de CC OO y UGT, que reunió a 45.000 personas detrás de un llamativo "trole", pintado de británico rojo y en cuya plataforma superior se amontonaban niños y adolescentes para que se viasualizara la apuesta por políticas que garanticen el futuro de los más jóvenes.Detrás de la pancarta no iban las cúpulas gallegas de ambos sindicatos -este año eligieron A Coruña para la manifestación central de Galicia-, sino cargos comarcales y, unos metros más atrás, el alcalde y la mayor parte de los concejales socialistas de la ciudad.

Entre los manifestantes, representantes de distintos colectivos con problemas comunes pero también singulares: trabajadores de Pescanova, defensores de la enseñanza pública, humanistas, afectados por los desahucios, trabajadores del naval o afectados por las preferentes, los más sonoros y efectistas, al presentarse con una "performance" en forma de ristra de chorizos de las que colgaban los rostros de los culpables de su situación. Un portavoz de este colectivo intervino al finalizar la manifestación de UGT y CC OO para explicar su lucha y sumarse a la exigencia de un nuevo modelo social.

"Merkel goberna Alemania e deixa en paz a España", "rescatan os banqueiros e estafan a os obreiros", "non hai pan para tanto chourizo" o "queremos traballar e non emigrar", eran algunas de las consignas que atronaban en la calle, que lo mismo que los líderes sindicales culpaba de la situación a las políticas "neoliberales" e "injustas dictadas al Gobierno y la Xunta por Alemania, UE y "troika".

Con tal manifestación ya camino a la Praza da Estrela, a mediodía arrancaba del cruce a de A Doblada la que el sindicato nacionalista CIG quiso que fuera su acto central del día en Galicia, con presencia del secretario general Suso Seixo, la dirección comarcal y, como representantes políticos más destacados, el portavoz nacional del BNG, Xabier Vence, y tras la pancarta de Anova, Xosé Manuel Beiras, convertido en centro de atención y perseguido como "estrella" mediática por buen número de camaras de muchos manifestantes.El propio Beiras confirmó en ese marco un reciente encuentro "a nivel personal" y "discreto" con el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, para acercar posturas entre las fuerzas nacionalistas y también que propondrán a las direcciones de sus formaciones un encuentro "formal" para "poner sobre la mesa la visión de ambas partes y comenzar a hablar".

Vence, quien no quiso comentar tales contactos, se centró en constatar la "celebración masiva" del 1º de mayo en Vigo que "demuestra que la ciudadanía está muy preocupada por estas políticas económicas regresivas unilaterales de la UE y aplicadas en España y Galicia por una derecha extrema, que anulan derechos y llevan al colapso". Vence, lo mismo que el líder de CIG, descartó más "pacto social" que el de las fuerzas progresistas para darle la vuelta a estas políticas neoliberales".

Mientras, A Coruña acogía el acto central de CC OO y UGT, que convocó a unas 20.000 personas, según sus propias estimaciones, y unas 4.200, según la Policía Local. Con el lema "No tienen límite. Lucha por tus derechos", los manifestantes centraron sus demandas en la creación de empleo. Al finalizar la protesta se escucharon también gritos pidiendo nuevas elecciones, lo mismo que ocurrió en las manifestaciones de Vigo.

En la marcha de A Coruña, estuvieron los secretarios generales de CC OO y UGT en Galicia, Xosé Manuel Sánchez Aguión y José Antonio Gómez, quienes exigieron al Gobierno un cambio en las políticas que condenan "a millones de ciudadanos al paro y a la miseria".