Azkar, la empresa de transporte líder del mercado español y portugués que pertenece a la familia lucense Fernández Somoza, tendrá a partir de enero capital 100% alemán, aunque mantendrá su marca en España, con todas sus sedes y sus más de 5.000 trabajadores -entre personal propio y autónomos-, según aseguró ayer su vicepresidente ejecutivo, José Antonio Orozco, que mantendrá el cargo en la firma. El grupo Azkar tiene 7 plantas en Galicia, una de ellas de Azkar logística, que emplea a casi 300 empleados en su sede del centro logístico de Culleredo.

La familia Fernández Somoza acaba de cerrar un acuerdo con el grupo Dachser, una empresa familiar con presencia en más de treinta países y una facturación anual de 4.300 millones de euros que ya en 2008 se convirtió en socia del empresario lucense, cuando adquirió el 10% del capital de Azkar. La familia Somoza tenía desde entonces el 78% del capital y el equipo directivo sumaba el 12% restante.

La operación en realidad comenzó a gestarse entonces, hace ahora cuatro años, y ahora acaba de cerrarse, aunque las dos empresas esperan que las autoridades de la competencia europeas den su visto bueno a la venta, con lo que no será ejecutada hasta el próximo 15 de enero. Azkar ha evitado facilitar cualquier dato sobre "la inversión de importante magnitud" de la operación, pero sí ha dejado claro que el motivo de la venta ha sido garantizar la pervivencia de la empresa, más allá de su principal accionista, que este año cumplió 77 años.

Luis Fernández Somoza tomó la decisión a la vista de que su trayectoria no tendría continuidad en su familia, dado que aunque tiene tres hijas, ninguna de sus parientes trabaja con él. Con la venta, el empresario dejará todas sus responsabilidades al frente del grupo, que sí mantendrá a su equipo directivo, que permanece invariable desde hace más de diez años, y que también accedió a vender su participación.

La venta de Azkar pretende garantizar el futuro de una empresa que ha mantenido todos sus centros operativos y a sus trabajadores a pesar de la crisis pero que pasó de facturar 380 millones en 2007 a los 367 con los que cerró el año pasado. "Azkar va muy bien y durante años ha crecido y creado empleo hasta que llegó la crisis y desde 2006 o 2007 no ha conseguido crear más. Las cadenas de suministro cambian y hoy en día se necesitan cadenas que operen en todo el mundo", explicó ayer en declaraciones a este diario su vicepresidente y consejero delegado, José Antonio Orozco.

Lo cierto es que el propio Luis Fernández Somoza dejó claro en 2006, tras lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) de exclusión para recuperar las acciones que había vendido en su salida a Bolsa, que la empresa no renunciaría a crecer y captar financiación, aunque se inclinaría por hacerlo a través de "alianzas estratégicas" . Un año después, se alió con Dachser, que en 2008 adquirió una pequeña parte del capital.

Esta vía alternativa llegó después de que la compañía de capital gallego, aunque con sede en el municipio guipuzcoano de Lazkao, intentase lograr financiación y asegurar su futuro con su salida a Bolsa. Luis Fernández Somoza compró la firma a sus propietarios vascos en 1992, cuando sufría una profunda crisis. El empresario gallego la reflotó, la convirtió en un grupo logístico de referencia en España y Portugal con 2.659 vehículos y más de 5.000 trabajadores entre directos y autónomos. En 1999 decidió sacarla a Bolsa para captar capital suficiente con el que financiar "un plan de crecimiento y consolidación en el mercado europeo", pero en 2006 dio marcha atrás, al considerar que la operación no había logrado sus objetivos.

La evolución de Azkar ha estado íntimamente ligada a la de Inditex, uno de sus mayores clientes, tanto en sus centros logísticos de transporte por carretera como desde que en mayo de 2006 Azkar se convirtió en servicio transitario aéreo y marítimo. La firma de transporte opera la terminal de carga del aeropuerto de Zaragoza, el tercero de España que más mercancías mueve gracias a Inditex. En 2009 compró sus filiales Breogán Transportes e Ingatrans, dos empresas en las que participaba al 50% y que entonces eran dos de las principales proveedoras de transporte de Inditex.