Varios activistas de Greenpeace pintaron la pasada madrugada cuatro barcos arrastreros atracados en el puerto de Vigo para demandar el fin de lo que consideran "una de las prácticas pesqueras más destructivas" y que más contribuyen a la "sobreexplotación" de los océanos.

Los arrastreros amanecieron con pintadas en sus cascos con el mensaje "Stop subsidios", con el cual la asociación ecologista viene a denunciar la financiación de una práctica pesquera, la de arrastre, que "daña las profundidades marinas y destruye todo a su paso", señala la responsable de la campaña de océanos de Greenpeace, Celia Ojeda.

En contraposición a la pesca de arrastre, que representa según sus cálculos el 0,95% del empleo en el sector, Greenpeace solicita a las administraciones el apoyo a las prácticas tradicionales, "sostenibles con el medio ambiente" y generadoras de un 28,35% de los puestos de trabajo. Ojeda reclama a las autoridades comunitarias la reducción de la "sobrepesca" y se proceda al "desguace urgente" de los barcos "más destructivos", y a las españolas, que se decanten por la pesca de bajura por ser "más sostenible con el medio marino, lo que garantizaría el empleo de pescadores y mariscadores en el futuro".

Datos manipulados

La reacción al acto de Greenpeace no se hizo esperar. La Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI) manifestó su "rotundo rechazo y condena" a las pintadas en los arrastreros, una acción que califica de "atentado".

A través de un comunicado, los armadores acusan al colectivo de aportar "datos manipulados" en sus denuncias públicas, en las que asegura que los arrastreros solo generan el 0,95% del empleo. A este respecto, los armadores indican que un estudio del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo revela que la inactividad de estos buques en el Atlántico Noroccidental "provocaría la pérdida de 6.000 empleos, afectando a muchos pueblos de la costa gallega".

Además añaden que, según las tablas input-output de la Universidad de Santiago de Compostela, de la pesca dependen 74 sectores de actividad en Galicia, aunque en el caso de la pesca congelada la relación es "significativamente mayor".

Por otra parte, frente a las críticas en las que Greenpeace mantiene que este tipo de pesca ha recibido 142 millones de euros de ayudas en los últimos 15 años, ARVI recuerda que "desde hace nueve años las ayudas para la construcción de nuevos barcos han sido prohibidas por la Unión Europea". También señala que las únicas ayudas que actualmente concede la UE son para la "reducción" de la flota y para mejorar la seguridad en el mar.