La primera jornada de la campaña de marisqueo en la ría coruñesa de O Burgo quedó frustrada por 37.000 litros de queroseno que llegaron al mar procedentes de un camión cisterna estacionado en una gasolinera de la autopista al que un individuo, cuyos pies fueron grabados por la cámara del área de servicio, había abierto las válvulas. El vertido, que las fuerzas de seguridad atribuyen a un intento de robo o a un sabotaje, no solo provocó que las aguas de O Burgo quedaran cerradas al marisqueo y que los que habían salido a faenar tuvieran que devolver al mar todo lo que habían recogido, sino que amenaza con poner punto y final a toda la campaña de marisqueo de este año en la ría, en la que estaba previsto que trabajaran más de 130 personas.

El suceso que originó el vertido en la ría ocurrió alrededor de la una de la madrugada, aunque las autoridades y los cuerpos de seguridad no conocieron el suceso hasta pasadas las ocho de la mañana. Este espacio de tiempo hizo que parte del combustible llegado a la zona de la ría ubicada en el puente de O Burgo alcanzara incluso las aguas de A Pasaxe. Fuentes de Protección Civil y de las fuerzas de seguridad informaron de que el queroseno avanzó por la red de pluviales antes de llegar al cauce fluvial y luego a la ría.

Fue el conductor del camión, perteneciente a una empresa sevillana, quien dio la voz de alarma al comprobar que su vehículo tenía una fuga y el que primero mencionó un sabotaje como causa probable del suceso.

Agentes de la Guardia Civil adscritos al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), policías autonómicos y locales, Protección Civil, Guardacostas, bomberos, técnicos portuarios y Salvamento Marítimo colaboraron en un dispositivo cuyo principal objetivo fue contener los litros de queroseno. Operarios de la Capitanía Marítima colocaron una barrera especialmente diseñada para absorber combustibles en el punto exacto por el que el queroseno derramado accedió a la ría. Más tarde, Salvamento Marítimo fijó otra barrera. Los bomberos intentaron controlar el vertido en el cauce fluvial para lo, que llevaron al lugar con una grúa 2.000 kilos de un carbón capaz de absorber contaminantes.

Los mariscadores habían empezado a trabajar alrededor de las ocho de la madrugada y fue a las 11.00 horas, cuando conocieron la resolución de la Consellería do Mar que les prohibía faenar en la ría.

Sobre lo ocurrido en el área de servicio, la policía investiga dos hipótesis: la de que se trate de un robo perpetrado por un ladrón que, al comprobar que lo que transportaba el camión era queroseno y no gasolina, abandonó el lugar dejando las válvulas abiertas y la de que los hechos constituyan un sabotaje de alguien interesado en que la campaña marisquera en la ría quedara frustrada desde sus mismos inicios.