El pesquero portugués "Vemar" que se hundió en la madrugada del pasado miércoles en la "barra" de la desembocadura del río Miño, frente a la playa de Caminha, con cinco tripulantes a bordo, uno de ellos muerto, dos desaparecidos y dos rescatados con vida, se localizó ayer a 500 metros del lugar donde se calcula que ocurrió el hundimiento.

Sobre las 18.00 horas de ayer se localizaba la embarcación a cuatro metros y medio de profundidad y a unos 100 metros de la costa, más abajo de la playa de Moledo.

Barcos de pesca y de la Policía Marítima portuguesa intentaron sacarla a flote mediante cabos, pero ante la imposibilidad de conseguirlo, tendrán que intervenir los buzos para colocar flotadores a ambos lados, a fin de reflotar el barco. La compleja operación se iniciará en el momento en que la marea lo permita, lo que se calcula pueda ocurrir en horas de la tarde.

Durante todo el día de ayer, al igual que el pasado miércoles, proseguían las labores de búsqueda de los pescadores cuyos cuerpos siguen sin aparecer, Alfredo Alonso Dos Santos, hermano de uno de los supervivientes, y Fernando Rui Pereira Vasconcellos, hermano del fallecido, Manuel, encontrado en la playa entre Caminha y Moledo, en la mañana del miércoles.

En la costa guardesa seguían ayer trabajando los únicos cinco miembros del Grumir. "Fuimos desde la playa del Molino hasta Portecelo (O Rosal) y no hemos encontrado nada. Igual nos pasó ayer", cuenta uno de ellos, describiendo que desde donde estaba, podía observar la presencia de varios barcos en la zona del hundimiento, frente a la playa de Caminha "donde baten las dos aguas y está la peligrosa barra de arena", describía.

En Caminha trabajaron los mismos efectivos que en la primera jornada: el helicóptero de Protección civil portuguesa, Bombeiros de Caminha, Policía Marítima, GNR y un bote del destacamento de la Marina Española en Camposancos. La fragata portuguesa vigiló en el Miño. y particulares de A Guarda, con zodiac, participaron también en la búsqueda.