La recuperación económica de la provincia de Pontevedra todavía es un espejismo. Lo aseguran los empresarios, que auguran al menos "otro semestre negro" y avisan de que los "brotes verdes" detectados en los últimos meses –subida de las matriculaciones de coches, contención de la morosidad, menor alza del paro– son "estacionales".

La Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) alerta de una caída "en picado" de la demanda y asegura que los bancos mantienen cerrado el grifo de la financiación.

Para superar la crisis, la patronal pontevedresa plantea, entre otras medidas, una reforma estructural del mercado laboral, incentivos y rebajas fiscales para las empresas, y políticas activas de creación de empleo. "Estamos en contra de los subsidios. La mejor política social es aquella que ayuda a crear empleo", resume José Manuel Fernández Alvariño, presidente de la CEP.

Los empresarios –tras una reunión de su consejo de administración– admiten que la provincia sufre con toda su "crudeza" los efectos de la recesión, y ponen ejemplos: de las 2.111 empresas gallegas que cerraron el año pasado, 1.058 –más de la mitad– estaban en Pontevedra. Y de los 563 expedientes de regulación de empleo registrados en el primer semestre del año en la comunidad, 324 correspondían también a esta provincia, afectando a 6.814 trabajadores.

La CEP señala además que el deterioro económico no se detuvo ni siquiera en verano, ya que entre junio y el 10 de septiembre el número de EREs pasó de 324 a 482, que afectan a 10.600 personas (casi 4.000 más que dos meses antes). Del total de trabajadores, 1.263 se quedaron directamente sin trabajo al tratarse de EREs de extinción.

La encuesta semestral de coyuntura de la patronal pontevedresa constata que las empresas "no ven una salida cercana a la crisis" y alerta de una bajada de la capacidad productiva, que pasó del 72% al 63% en los primeros seis meses del año.

En cuanto a la repercusión de la crisis por sectores, la CEP destaca la necesidad de "mejorar la competitividad" en la automoción y valora positivamente iniciativas como la puesta en marcha por la Xunta para incentivar la venta de vehículos, a través del Plan Remóvete.

Respecto al sector de la pesca y las conservas, Fernández Alvariño llama la atención sobre una "caída espectacular de la demanda" y apuesta por "controlar las importaciones" de terceros países. Los empresarios también consideran imprescindible "potenciar" la acuicultura, un sector en el que la patronal cree que Galicia "puede ser líder".

Respecto al sector del metal, los empresarios lamentan que la negociación del convenio provocase "una enorme falta de actividad, morosidad y restricciones de crédito bancario", y piden la creación de un centro de reparaciones navales –"Haga quien lo haga", según Alvariño–.

En lo relativo al sector de la construcción y la promoción inmobiliaria, el presidente de la CEP recalca la necesidad de "acelerar al máximo" la elaboración de los planes de ordenación urbana en los distintos ayuntamientos y la "colaboración público-privada" en el desarrollo de infraestructuras como "un mecanismo eficaz" para absorber parte del excedente de capacidad productiva del sector.