Sólo 45 miembros conforman la Asociación Gallega de Empresa Familiar (AGEF), organización que preside el empresario vigués José Silveira. Pocos pero muy representativos de la economía de la comunidad. Basta echar un vistazo a la lista de asistentes de la asamblea general celebrada ayer en el Club Financiero Vigo para darse cuenta que están casi todos los grandes: Antonio Fontenla (Construcciones Fontenla), Eduardo Vieira (Armadora Vieira), Emilio Pérez Nieto (Grupo Pérez Rumbao), José Luis Calvo (Conservas Calvo) , José María Rivera (Estrella de Galicia), José Luis Fernández Somoza (Azkar), Roberto Tojeiro (Gadisa), Ángel Jove (Anjoca), Jesús Lence (Leche Río), García Costas (Emenasa), José Manuel Añón (Hierros Añón), Ángeles Iglesias (Maderas Iglesias), José Enrique Pereira (Armadora Pereira)...entre otros.

La crisis, como no podía ser de otra manera, marcó la pautas de la reunión. Pero también se han puesto sobre la mesa medidas que, a su juicio, debería llevar adelante el Gobierno. La primera y las más urgente es “bajar el coste del empleo” con una reducción de dos puntos en la cuota de la Seguridad Social para todos los trabajadores, lo que supondría un coste de 5.800 millones de euros, y en 10 puntos para por cada nuevo empleo fijo que se cree.

También solicitan que se incremente la línea ICO de capital circulante en 50.000 millones de euros, ya que la AGEF considera insuficiente la aprobada en diciembre pasado de 10.000 millones de euros. Apoya la creación de un incentivo de 2.000 euros para la compra de vehículos destinados a empresas y autónomos o el obligar a todas las administraciones públicas a pagar sus facturas a las empresas en un periodo de tiempo inferior a los 30 días. Además, propone reducir los tipos del Impuesto sobre Sociedades en un 25% el tipo general y en un 20% el reducido. y que se considere el aplazamiento de impuesto como el IVA o las cotizaciones a la Seguridad Social.

Flexibilidad laboral

La Asociación Gallega de Empresa Familiar también solicita la administración que se flexibilice el mercado laboral. Entre otros aspectos contempla condicionar los incrementos salariales a la productividad; modificar el marco legal para que la estructura de las plantillas se pueda ajustar temporalmente a las necesidades de producción; reducir el absentismo o el traslado de festivos de entre semana a los lunes.