Estos datos ponen de manifiesto las dificultades que tienen bancos y cajas para conceder financiación pese a que en febrero captaron ocho veces más de lo que prestaron.

El endeudamiento de las entidades explica en parte esta situación, ya que al continuar cerrados los mercados internacionales los bancos y cajas deben hacer frente a sus vencimientos con los recursos que captan de sus clientes, lo que reduce el importe que pueden destinar a la concesión de préstamos.

En concreto, la formalización de nuevos créditos se desplomó un 42% en febrero, con 5.301 millones de euros frente a los 9.158 millones de hace un año, mientras que la captación de nuevos depósitos se redujo en un 12%, con 42.396 millones de euros frente a los 48.470 millones de febrero de 2008.

La caída de los préstamos en febrero es aún mayor que la registrada en enero, cuando experimentaron un recorte del 38%, mientras que los depósitos moderaron su descenso, ya que en enero la caída fue del 15%.

Del total de las nuevas operaciones de crédito formalizadas en febrero, 3.079 millones correspondieron a las cajas, un 41% menos, mientras que 1.752 millones fueron de bancos, un 40% menos que hace un año.

Los préstamos al consumo también se vieron afectados, al descender un 41,5%, hasta los 2.596 millones de euros, de los que 1.006 millones correspondieron a los bancos y 836 millones a las cajas de ahorro.

La restricción crediticia también afectó a las empresas, ya que en febrero redujeron en un 24% la formalización de nuevos créditos por importe de hasta un millón de euros, con una cifra total de 7.223 millones, de los que el 92% fueron créditos de hasta un año.

En cuanto a los depósitos, la mayor caída se produjo en aquellos con un plazo superior a los dos años, que se redujeron en un 23%, con un total de 849 millones de euros, y en los de plazo inferior a un año, que cayeron un 14%, con 37.414 millones de euros.

Por el contrario, los depósitos con plazo de entre uno y dos años crecieron un 15%, hasta 4.132 millones. No obstante, pese a la caída de las nuevas operaciones, el saldo vivo de depósitos se incrementó en un 16,7% en febrero, hasta los 409.247 millones de euros.