Unos de los buques de pesca ilegal más buscados del mundo, el Eros II, antes llamado Furabolos, está atracado actualmente en el puerto coruñés de Ribeira. La Comisión Europea prohibió en noviembre de 2008 la entrada a este barco, abanderado en Panamá, en cualquier puerto comunitario.

La organización ecologista Oceana condenó ayer que las autoridades españolas conozcan las circunstancias de la embarcación desde febrero de 2008 y “no la detengan ni la desguacen”. “España, como Estado responsable del puerto donde se encuentra el buque, debe empezar no sólo a hablar sobre la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y tomar medidas mucho más activas”, reclamaron desde la organización ecologista.

Precisamente, Portos de Galicia, dependiente de la Consellería de Política Territorial, confirmó que el pesquero se encuentra en Ribeira en informó de que, en cumplimiento de una orden de la Subdelegación del Gobierno en la comunidad, no está facilitando ningún tipo de avituallamiento al buques. Esto significa que el Eros II no tiene acceso a agua, energía o cualquier otro servicio de abastecimiento facilitado por el puerto de Ribeira.

Por su parte, la Secretaría General del Mar aseguró tener “abierta” una investigación para determinar la situación del buque.

El Gobierno también confirmó que la entrada de la embarcación en el muelle ribeirense se produjo sin el correspondiente preaviso, establecido por la legislación vigente, para los buques que pretendan descargar recursos pesqueros, así como por figurar en alguna lista sobre pesca ilegal, no declarada y no reglamentada con su actual nombre. Según el Ministerio de Medio Marino, no hay constancia de que el barco descargase capturas en Ribeira y reiteró que seguirá “recabando información” para averiguar si lo hizo en territorio estatal.

El pesquero, antes denominado Furabolos, fue sorprendido en febrero de 2008 pescando sin licencia en aguas internacionales del Atlántico Nordeste, lo que provocó que la embarcación pasase a formar parte de la lista de buques piratas de la Comisión para las Pesquerías del Atlántico Nordeste (Neafc).

Desde entonces no se le permitía la entrada a ningún puerto incluido en la Neafc. Sin embargo, el barco llegó a Tenerife en octubre del año pasado, donde permaneció hasta que puso rumbo a Ribeira, base en la que se encuentra desde hace un mes y en el que ya estuvo en 2008 para una reparación.

Dueño local

Oceana desconoce la empresa a la que pertenece el Eros II, aunque su director de investigaciones, Ricardo Aguilar, asegura que el nuevo propietario es un empresario de Ribeira, puerto en el que “es muy habitual que haya barcos acusados de pesca ilegal”.

La última compañía en la que se sabe que estuvo registrada la embarcación fue la española Albacora, que tenía licencias de pesca para el Océano Índico durante el año pasado, cuando se llamaba Furabolos. La organización ecologista reclama a Albacora que, si está comprometida con la eliminación de la pesca ilegal, debe desvelar el nombre de los nuevos propietarios.

“Si Albacora está, como dice, comprometida en la eliminación de la pesca ilegal, debe hacer público el nombre de los nuevos propietarios del antiguo ‘Furabolos’”, señaló, en un comunicado, Xabier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa.

“Furabolos”

La organización ecologista destacó que el Furabolos es un “claro ejemplo” de cómo la “exportación irresponsable” de buques pesqueros de la Unión Europea a países en vías de desarrollo “conduce a la pesca ilegal”.

Así informó de que este buque, originariamente español, fue “exportado” a las islas Seychelles, donde obtuvo la bandera de este país “y en 2008 pescaba de manera ilegal en el Atlántico Nordeste”. “En la actualidad, la embarcación ha cambiado su nombre por el de Eros II y su bandera por la de Panamá, una ‘bandera de conveniencia, fácil de registrar y escondida a menudo por los propietarios de barcos furtivos para ocultar su identidad”, añadió Oceana.

La organización recordó que esta semana gobiernos de todo el mundo negocian en Roma medidas “legalmente vinculantes” de control de los Estados gestores de puertos y una lista global de embarcaciones IUU en la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).