Esta medida forma parte del conjunto de incentivos económicos previsto en el plan del presidente, según adelanta hoy el diario vespertino "Le Monde".

La prima al desguace, que costará en total unos 200 millones de euros, se enmarca en la política de mejora del medioambiente del Gobierno francés, ya que permitirá la retirada del mercado de los vehículos más viejos y, por lo tanto, más contaminantes.

Es una iniciativa destinada a movilizar los stocks de vehículos nuevos que, según estimó el primer ministro François Fillon, cuentan con un millón de unidades.

Se trata de una iniciativa de apoyo al sector automovilístico, para el que ya está en vigor otro mecanismo de ayuda, de 300 euros, para el desguace de vehículos de más de 15 años.

Existe además otro dispositivo de "bonus-malus" que incentiva la compra de vehículos respetuosos con el medio ambiente.

Según el periódico, en un plazo de 13 años, la edad media del parque automovilístico francés ha pasado de los 6,6 años a 8,2.

Este dato concuerda con la caída de la venta de coches nuevos que el pasado mes de noviembre alcanzó un 14 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.

El presidente Sarkozy espera poder impulsar el sector con el plan de relanzamiento económico que presentará este jueves y que, según adelantó él mismo la semana pasada, será "muy poderoso".

"Hace falta un impulso porque, tras la crisis financiera, estamos en la crisis económica", dijo entonces el jefe del Estado francés, sin precisar detalles de su propuesta.