Una concentración de protesta protagonizada por medio centenar de armadores y marineros de Vigo y A Guarda para exigir soluciones a la crisis del sector pesquero a la ministra de Pesca, Elena Espinosa, que a primera hora de la tarde de ayer embarcaba junto al presidente de la Xunta y la titular de Administraciones Públicas, Elena Salgado, en el puerto vigués con destino a las Cíes, derivó en enfrentamientos entre manifestantes y policías que se saldaron con tres heridos: un armador de A Guarda, la hija de un armador vigués y un policía.

El armador guardés, J. A., y la joven, de 17 años, fueron trasladados a sendos centros hospitalarios y a última hora de la tarde recibieron el alta médica y pudieron regresar a sus casas. Según relató Conchi Ortega, portavoz de la Plataforma en Defensa del Sector Pesquero, el hombre recibió golpes en la espalda cuando trataba de auxiliar a la joven, que se hirió con una valla en el forcejeo entre policías y manifestantes cuando pretendían la liberación de un compañero retenido por saltarse el cordón policial que impedía el acceso al muelle en el que embarcó la comitiva oficial. El policía presentaba heridas en el cuello.

Mientras, otro armador vigués afectado, de nombre Eduardo, también recibió un golpe en la cabeza y sufrió la rotura de las gafas, según el director gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, José Ramón Fuertes.

Los afectados decidieron presentar denuncia por la actuación policial, según confirmaron Fuertes y Ortega. El primero expresó "la condena de la Cooperativa por la dureza con la que se empleó la policía", al tiempo que apostó por "la libertad de expresión" y se manifestó "en contra de cualquier tipo de violencia". Por su parte, Concha Ortega, calificó de "provocación" la visita de la ministra a las Cíes "evitando al sector pesquero que atraviesa una gravísima crisis" y de "inexplicable la actitud de la subdelegación del Gobierno, que organizó un dispositivo de seguridad increíble para unas pocas personas que sólo querían realizar una protesta simbólica; ya demostramos que somos gente pacífica tanto en Madrid como en A Coruña y en todas partes a donde vamos y aquí nos recibieron con antidisturbios, cacheos y este lamentable final. Es inhumano".

Mientras, la ministra Elena Espinosa lamentó los incidentes entre los armadores y la policía y aseguró que las puertas del ministerio están "siempre están abiertas" para negociar. Asimismo, indicó que siempre ha defendido la libertad de expresión, dentro de la responsabilidad, y confió en que "no se vuelva a repetir", una situación como la vivida ayer en A Laxe. "El sector pesquero es respetable y los incidentes van contra ese respeto", dijo.

Antes de los enfrentamientos, los concentrados corearon consignas contra Elena Espinosa y exigieron soluciones contra la crisis del sector y, ante la evidencia de que la ministra accedía al barco evitando su presencia, cinco de los manifestantes incluso no dudaron en lanzarse al agua desde el muelle del Náutico para tratar de acceder a la embarcación oficial, sin conseguirlo. Mientras, otro reducido grupo eludía el control policial y lograba acceder al muelle para acercar sus críticas a la comitiva oficial.

Los incidentes se producían sólo unas horas después de que la asamblea de la Cooperativa de Armadores de Vigo aprobara un calendario de movilizaciones para exigir soluciones contra la crisis del sector pesquero.

Calendario

Así, se decidió la paralización total de la actividad pesquera y comercial a partir del próximo 15 de junio, lo que afectará a unos 260 barcos de estas asociaciones, tanto de altura como de bajura, que amarrarán en Vigo o en los puertos extranjeros más próximos a su caladero y a más de 12.000 familias en el puerto vigués. Asimismo, se convocó una manifestación para el próximo jueves día 12 a las siete de la tarde y una concentración de buques, el viernes 13 a mediodía en los muelles del puerto vigués, cuando los pesqueros harán sonar sus bocinas en señal de protesta.

Además, un día de la próxima semana sin determinar aún se organizará un "mercado transparente", en la que no se comercializará pescado pero se simulará la venta para demostrar la diferencia entre los precios de venta del pescado en la lonja y para el consumidor final, que registra incrementos de entre el 400 y el 800%.

Los armadores vigueses decidieron también recabar el apoyo y la solidaridad con el sector de todas las instituciones y colectivos económicos y sociales de la ciudad y la provincia.