La piratería en las aguas del océano Índico se ha convertido en un lucrativo medio de vida para los habitantes de algunos países en desarrollo. El reciente abordaje del yate francés Ponant, el pasado 12 de abril, y el del pesquero vasco "Playa de Bakio" ponen de actualidad la inseguridad de las aguas de este océano.

El abordaje de navíos es una constante en las aguas ribereñas de países africanos y asiáticos, mientras en unos se conforman con el pillaje, en el caso de los piratas somalíes, según un informe emitido por el Centro de Información e Inteligencia contra la piratería con sede en Kuala Lumpur y que depende de la Oficina Internacional Marítima de Londres (OMI), unen al saqueo de los barcos la petición de un rescate para los tripulantes.

Según el último informe emitido por el OMI, los piratas llevaron a cabo 49 ataques contra buques durante el primer trimestre de 2008, lo que significó un aumento del 20% en relación al mismo periodo del año pasado.

En este trabajo se señala también que "el uso de la violencia contra los tripulantes es alarmante", por lo que se pide más esfuerzo a los países para que protejan a los navíos que transitan por sus aguas.

Indicó que Nigeria, con 10 ataques en sus aguas, ha desbancado a Indonesia como el lugar más afectado por la piratería marítima debido a la falta de seguridad,sobre todo, frente a su capital, Lagos.

Grupos armados atacan los buques petroleros en las zonas cercanas al delta del Níger, que es un canal de paso obligatorio para los barcos que transportan el crudo de Nigeria, país con la mayor producción de petroleo de África.

La India y el Golfo de Adén, en Somalia, ocuparon el segundo puesto entre países con más ataques de piratas, con cinco cada uno durante los tres primeros meses. En las aguas de Indonesia, hasta hace poco era las que en los piratas mostraban mayor actividad, pero ahora el número de ataques descendió a cuatro frente a nueve ocurrido en el mismo periodo de 2007.

Para paliar esta situación de inseguridad, los países cuyas aguas bañan el Estrecho de Malaca, Indonesia, Malasia y Singapur, patrullan conjuntamente estas aguas que constituyen la principal ruta marítima que conecta los océanos Índico y Pacífico. En este estrecho, en los tres primeros meses de este año no hubo ningún asalto frente a los dos ocurridos en el periodo anterior.

Parlamento

Los asaltos a las embarcaciones vascas que faenan en las aguas de Indonesia no son ninguna novedad. De hecho, son un asunto que preocupa al sector pesquero. El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, preguntó, en septiembre de 2006 en una sesión de control, al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por las medidas que pensaba adoptar el Ejecutivo para hacer frente a la más absoluta indefensión que a su juicio sufría la flota atunera.

Erkoreka le instó a utilizar los medios necesarios para proteger a los pescadores "y no eludir su responsabilidad" y le recordó que los piratas "acosan, persiguen, secuestran, roban e incluso matan con medios sofisticados, armas y embarcaciones". Meses antes, el ministro de Asuntos Exteriores, explicó que el Gobierno estudiaba el envío de una fragata con helicóptero para proteger a los congeladores vascos. Dos años después, la flota que faena en estas aguas, sigue esperando una respuesta.