El perfil de la inmigración: mujer nacida en otro país, de 35 a 44 años y con hijos menores de 16

Nueve de cada diez inmigrantes proceden del extranjero | Las mujeres se imponen en Lalín, A Estrada, Agolada y Dozón | Rodeiro es el único concello en donde la llegada de nuevos residentes no supera la marcha de nativos

Cena navideña en Lalín del colectivo Venezolanos de Deza.

Cena navideña en Lalín del colectivo Venezolanos de Deza. / Cedida

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

En busca de una oportunidad laboral o bien en la tierra de sus ancestros o bien en una zona que le es ajena pero que le puede ofrecer trabajo en sectores como los servicios, la agricultura o la construcción, nichos de empleo donde ahora mismo es difícil encontrar mano de obra autóctona. Esto explica que, según los indicadores migratorios que difundió ayer el IGE, el perfil del inmigrante que decide residir en Deza y Tabeirós-Montes sea el de una persona de entre 35 y 44 años de edad, nacido en el extranjero y que tiene a su cargo menores de 16 años.

Este grupo de edad es el que se impone en los tres municipios de mayor población: Lalín, A Estrada y Silleda, así como en Cerdedo-Cotobade y Agolada. Sin embargo, en Vila de Cruces y Rodeiro el tramo de edad más común es el de 25 a 34 años, mientras que tanto en Forcarei como en Dozón predomina el de 45 a 54 años. No queda duda de que se emigra por motivos laborales si tenemos en cuenta que el segundo grupo de edad más común entre los inmigrantes suele ser el de 25 a 34 años o bien el de 45 a 54, ambos dentro de la edad de población activa.

Y con estos nuevos vecinos se instalan en las comarcas sus hijos menores de 16: los pequeños se mueven en porcentajes de entre el 11,2% de Cerdedo-Cotobade y el 17,9% de A Estrada, hasta el punto de que en este municipio es el segundo tramo de edad más común entre la población inmigrante, y supera casi siempre al de 16 a 24 años (salvo en Dozón). Si queremos una cifra concreta de la edad media de la inmigración total, la más baja está en Lalín, con 37 años, mientras que la más alta corresponde a Vila d Cruces, con 45,46 años. La media provincial es de 36,4 años.

Es difícil determinar si emigran más hombres o mujeres a tierras de Pontevedra Norte. Si tomamos ese tramo de edad de 35 a 44 años, ellas se imponen cómodamente en Agolada (son el 23,91%, frente al 14,2% de varones), en Dozón (37,5 y 20 %); A Estrada (19,3 y 18,1%) y Lalín (24,7 y 24,15%). Como apunte, a partir de 65 años sí hay más mujeres que varones inmigrantes en todos los concellos salvo en Vila de Cruces y Agolada.

Sí está más claro el lugar de nacimiento de estos nuevos vecinos. El IGE no dispone de datos por lugar de nacimiento para las personas inmigrantes de Agolada, Dozón, pero sí para el resto, y resulta que la población que vino a este mundo en el extranjero oscila entre el 90,5 % de los inmigrantes totales de a Estrada y el 97,2% de los que se instalaron en Rodeiro. Los nacidos en otros puntos de Galicia se mueven en márgenes bastante más modestos: el 1,66 de Vila de Cruces y el 8,33% de A Estrada. Así las cosas, las cifras aún son más bajas para los oriundos de otras comunidades autónomas: son solo el 0,66% de los inmigrantes de Silleda y llegan al 4,97% en Vila de Cruces.

La tasa bruta de inmigración son las inmigraciones por cada 1.000 habitantes, y en la provincia es de 23,71. En los municipios con menor población es lógico que esta cifra se dispare al compararla con su volumen de nativos, y por eso en Agolada marca un 54,01 por mil (54,01/‰), en Dozón un 52,21 o en Forcarei un 47,78. Pero es que Lalín, la cabecera comarcal, presenta también una cifra elevada, que llega al 49,78 ‰, mientras que la del otro concello más poblado, A Estrada, ya baja al 30,51. En Silleda se dispara al 52,24‰, de modo que duplica la tasa provincial en cuanto a inmigración.

Rodeiro, por su parte, es el único con un saldo migratorio en números rojos. El saldo migratorio es la diferencia entre el número de inmigraciones y el de emigraciones. Si la cifra es positiva, indica que entran más vecinos de los que salen, y si es negativa, muestra que se marchan más vecinos de los que deciden instalarse. Pues bien, en el municipio de Camba el saldo migratorio por cada 1.000 habitantes es de -3,45, debido sobre todo a que en l género femenino es de -19.02, mientras que entre los hombres el saldo es de 12,03.

Curso de castellano para personas inmigrantes en Silleda.

Curso de castellano para personas inmigrantes en Silleda. / Cedida

Una población con peso en Agolada y Forcarei

En el saldo migratorio, algunos concellos pequeños salvan las cifras pero por poco: en Dozón, la diferencia entre inmigraciones y emigraciones es solo de 1,77 ‰, y en Cerdedo-Cotobade sube al 4,91. Agolada, sin embargo, muestra un saldo migratorio de 18,58 y Forcarei llega al 20,61, lo que nos da una idea de la importancia que va a tener la población inmigrante para que estos municipios no pierdan población y, con ello, mantengan la misma categoría a la hora de obtener subvenciones de las administraciones. Por debajo del 10‰ se coloca una de las cabeceras comarcales, A Estrada, con un saldo migratorio del 6,67. La otra capital comarcal, Lalín, tiene un saldo de 10,24, mientras que el de Silleda es de 14,19 y el de Vila de Cruces, de 16,96‰.

Buscar fortuna fuera de la zona con 50 años

Decíamos que la edad media de la inmigración se sitúa en la cuarentena, con los márgenes de los 37 años de Lalín y los más de 45 de Vila de Cruces. A la hora de hablar de la edad de los emigrantes, la media provincial está en los 38, una cifra a la que se acercan los 39 años de media de A Estrada, Rodeiro, Agolada, Lalín y Silleda. En Vila de Cruces, sus vecinos nativos deciden probar fortuna en otro lugar a los 42, como en Cerdedo-Cotobade, mientras que en Forcarei esperan a los 45 y en Dozón, la edad media de la emigración es de 50 años.

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