La Rapa das Bestas, en Cannes

El largometraje documental de Alejandro Enríquez, “Rapa. Xente ao monte”, se proyecta fuera de concurso en el prestigioso festival

Fotograma del documental “Rapa”, dirigido por Alejandro Enríquez.

Fotograma del documental “Rapa”, dirigido por Alejandro Enríquez.

Ana Cela

Ana Cela

Que la Rapa das Bestas de Sabucedo acapara portadas cada año no es nada nuevo. Que el impresionante telón de fondo sobre el que se perpetúa esta tradición ancestral brinda una fotografía espectacular, tampoco. Que su historia, su fuerza y el conflicto que tienen que afrontar las gentes de Sabucedo para mantener vivo este legado es algo que cada vez inspira más trabajos cinematográficos resulta, también, evidente. Lo que sí es nuevo es que la Rapa das Bestas desfile por la alfombra en el festival de Cannes, aun cuando el tapete no sea de color rojo.

Sabucedo llega al popular festival cinematográfico de la mano del documental Rapa. Xente ao monte, de Alejandro Enríquez. Se proyectó este domingo, en un pase logrado por el agente de ventas, Feel Sales. No entró en concurso ni motivó que todos los focos y objetivos estuviesen pendientes del paso del elenco, pero todo ello no resta mérito a que la cinta inicie, precisamente en Cannes, su andadura internacional.

El largometraje documental centrado en la Rapa das Bestas de Sabucedo abre este nuevo capítulo casi dos meses después de que se estrenase en las salas y de que se presentase en A Estrada. Alejandro Enríquez asume dirección y guión, con música de Julio de la Rosa y fotografía de Jaime Pérez. El elenco de artistas que estaría llamado a desfilar, en Cannes y en otros muchos festivales, por la alfombra roja es el mismo que cada primer fin de semana de julio se expone al público durante esta Fiesta de Interés Turístico Internacional, pero que también interpreta el papel que le ha encomendado la tradición durante todo el año, con el único objetivo de superar los muchos obstáculos para que los caballos salvajes continúen gozando de su libertad en un el monte en el que han nacido, pese al acoso del lobo, los cuatreros y –ahora también– los parques eólicos.

La película hace un recorrido por los 365 días de Rapa, siguiendo el hilo de las cuatro estaciones ya que, en todas ellas, hay un trabajo diferente en Sabucedo. Tres son los ejes fundamentales del documental: el sentimiento y la necesidad de pertenencia, de formar parte de algo tan grande como la Rapa das Bestas; la idea de que el bien común está por encima del interés individual y la relación con la naturaleza y la vida salvaje. A partir de estos ejes van surgiendo múltiples temas, caso de las diferentes problemáticas que afrontan los de Sabucedo: la disminución de la cabaña de O Santo, el apego a la tierra, el amor a los animales y la pasión por la tradición son algunos de ellos. Del amor surge también el temor a que todo se desvanezca, a que un día todo funda a negro y la Rapa termine por desaparecer. Sen bestas non hai Rapa, se dice en varias ocasiones.

Que se conozca esta tradición de un modo tan apegado a la verdad, tan transparente y sincero es una forma más de aloitar por la pervivencia de este legado ancestral, con más de cinco siglos de historia y que, sin duda, merece acaparar toda la fama y todas las miradas. Su alfombra no es roja. Ellos la quieren verde.