Menos de la mitad de los hogares del rural de las comarcas realiza compras por internet

Hace años que la llegada de internet de banda ancha al rural es más una lucha que una realidad en zonas como Dozón, mientras que en otros puntos de Deza un plan estatal permitirá extender fibra óptica a puntos de Lalín, Agolada y Rodeiro. Internet se hizo aún más necesaria a raíz de la pandemia sanitaria, y ahora es un servicio determinante a la hora de decidir si queremos seguir viviendo en nuestra aldea mudarnos a una de ellas, porque de internet dependerá que podamos teletrabajar, formarnos o comprar desde el sofá.

Por eso, el Observatorio da Sociedade da Información e a Modernización de Galicia (Osimga) publicó el año pasado el informe Galicia dixital: a modernización tecnolóxica no rural. En los datos por áreas, indica que en la Pontevedra nororiental, que conforman Deza y Tabeirós-Montes, el 95,4% de los hogares rurales tienen un ordenador, muy por encima del 79,3% de Caldas, por ejemplo. Y además, el 86,1% tiene contratada internet de banda ancha, un porcentaje que en este caso sí está por debajo del de las otras comarcas de la provincia, con un 95,9% en Caldas, un 90,2% en Pontevedra o un 92,3% en Vigo. En este informe, la comarca de O Morrazo no se considera con municipios rurales.

Los hogares del rural sí emplean internet con asiduidad, hasta alcanzar el 84,2%, por encima del casi 83% de la comarca de Pontevedra. Pero tanto Vigo como Caldas rebasan el 90%. Podemos intuir una mejor dotación de internet en Deza y en Tabeirós que en otros puntos como Lugo Sur o la Costa da Morte, donde se usa internet solo en el 78% y el 72% de los hogares del rural, respectivamente.

Antes, mencionábamos las posibilidades del comercio electrónico como una ventaja a la hora de vivir en el rural, aunque también puede convertirse en una amenaza del comercio local, por supuesto. Pues bien, en el informe del Osimga se indica que en Pontevedra nororiental el 49,7% de los hogares de las aldeas sí realiza compras por internet. Supone, apenas, la mitad de todas las viviendas del rural, y es un porcentaje muy modesto si tenemos en cuenta que en Caldas realizan compras on line el 64,6% de esos hogares de aldeas, mientras que en Pontevedra lo hace el 56,1% y en Vigo casi el 42. A nivel gallego, el cliente del comercio electrónico tiene entre 25 y 54 años y un nivel de formación superior.

Por géneros

Por géneros, en las comarcas adquieren bienes o servicios por internet el 52% de las mujeres y el 44 % de los varones, mientras que si hablamos del uso de internet en general, ambos sexos se mueven en un porcentaje del 84%. A nivel gallego, ellas emplean más internet que ellos para buscar empleo, por ejemplo, pero el género masculino suele imponerse a la hora de acudir a internet para editar fotos o vídeos o para tareas de programación. No hay brecha de género a la hora de manejar dispositivos electrónicos: los suelen emplean el 97,3% de las mujeres y el 98,1% de los hombres.

Lalín reprende a R por la demora en reparaciones

El ejecutivo lalinense manifestó ayer su “descontento manifiesto” con la operadora R Cable debido a su “continua desatención a los requerimientos que le realizan técnicos y políticos municipales para que subsane los daños que produce cuando realiza trabajos u obras en distintos puntos del casco urbano”. El gobierno de la cabecera comarcal dezana indica que esta situación se está repitiendo “con demasiada asiduidad”, por lo que al ejecutivo que coordina José Crespo no le queda otra alternativa que “adoptar medidas drásticas para que atienda sus deberes y que minimice las molestias que les causa a los vecinos, al no solucionar con diligencia el problema que genera”.

El Concello pone como ejemplo la calle Wenceslao Calvo Garra, donde solicitó “hasta en cinco ocasiones” a las responsable de R que reparasen los daños causados a consecuencia de unos trabajos. Hasta la fecha, esas peticiones siguen sin ser atendidas. Cabe recordar que precisamente esta empresa fue la seleccionada para implementar el servicio Cloud Datacenter del Concello de Lalín, para migrar a la nube una importante parte de los servicios informáticos municipales. El servicio durará dos años, prorrogables por otros dos.

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