Una habitación propia, la nueva utopía de los jóvenes

La falta de inmuebles a la venta y las dificultades para conseguir una hipoteca dificultan el acceso a la primera vivienda en A Estrada

La fachada de un edificio de la Porta do Sol de A Estrada luce el cartel de "Se vende".

La fachada de un edificio de la Porta do Sol de A Estrada luce el cartel de "Se vende". / Bernabé/ Javier Lalín

La emancipación parece un sueño cada vez más inalcanzable entre los jóvenes. La precariedad de los primeros contratos laborales, así como la dificultad para ahorrar hacen que se posponga el momento de acceder a la primera vivienda entre los menores de 36 años – fecha limite para la juventud según la administración.

Si ya la situación es complicada en términos generales, A Estrada la falta de oferta tanto de alquiler como de inmuebles a la venta suponer un lastre a mayores para los que quieren dar el paso. Y es que actualmente, según los diferentes portales web en los que se ofertan estas propiedades, el precio medio de una vivienda de segunda mano ronda los 120.000 euros, dependiendo de las condiciones en las que se encuentren. A esto habría que sumarle el montante de una reforma. En el concello estradense a penas existe nueva construcción, a excepción de dos proyectos, uno en la Avenida de América y otro en la Fernando Conde. Lo que deja un escenario a veces desmotivante.

Con todo, según aportan desde las inmobiliarias Habita y Kóbel, algunos jóvenes sí se animan a comprar su primera vivienda, aprovechan las rebajas fiscales de hacerlo antes de los 36 años. En concreto, los agentes del sector Alejandro García y Javier Ribadavia explican que existen dos bonificaciones de las que pueden beneficiarse los jóvenes compradores. La primera está en el Impuesto de Transferencia Patrimonial, que se quedaría en el 3% dependiendo en inmuebles urbanos y podría llegar al 0% si se trata de propiedades en núcleos rurales de baja densidad demográfica, frente al 8% que se paga en circunstancias normales desde el pasado 2023. La segunda es la del impuesto de Actos jurídicos documentados– normalmente del 1,5%– que se quedaría en el 0,5 en inmuebles urbanos y llegaría al 0% en las mismas circunstancias que el ITP.

“Sí cerramos ventas pero la falta de oferta se hace notar” declara Alejandro García, mientras que Javier Ribadavia suma a esta carestía las trabas con las que se encuentran alguno de sus clientes a la hora de conseguir financiación por parte de los bancos: “Las entidades financieras solo cubren entre el 80 y el 90% del precio del inmueble, por lo que para poder acceder a una vivienda en buenas condiciones en A Estrada el cliente debe contar con al menos unos 25.000 euros ahorrados, algo que hoy en día por la situación económica en la que nos encontramos es muy difícil”. Tan utópico es que de hecho, el agente inmobiliario confiesa que es muy poco habitual que se cierren operaciones con compradores jóvenes que pueden aportar al contado el 20% del inmueble que desean adquirir.

“No lo tienen fácil para conseguir que les aprueben la hipoteca porque no tienen ahorros y hoy en día el banco lo mira todo, por eso nosotros ofrecemos financiación y tras una entrevista con el cliente y realizar un primer filtro en el que se delimitan las características del inmueble que se busca comprar y el presupuesto del que habría que contar, nos ponemos en contacto con las entidades para conseguir las mejores características y en ocasiones incluso se recibe el 100% del importe de la transacción” señala el representante de Kóbel, que además adelanta que esta inmobiliaria, junto a una constructora local y un estudio de arquitectura llevará a cabo un proyecto de rehabilitación integral de un bloque de viviendas que esperan pueda empezar a ofrecerse el próximo año y para el que ya hay lista de espera.

Sin avances en la promoción oficial del IGVS

Si de iniciativa privada escasean los proyectos de nueva construcción, la Vivienda de Promoción Pública (VPP) u Oficial (VPO) en A Estrada brilla por su ausencia. Después de que el Concello hiciese pública su intención de poner a disposición del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) dos parcelas para edificación de vivienda pública todavía no se ha avanzado más en esta materia, según confiesa el concejal de Urbanismo, Gonzalo Louzao: “Nosotros tenemos los deberes hechos, ahora depende del IGVS que se lleve a cabo”. El político centra la necesidad de generar nueva vivienda en el municipio en dos pilares: la alta demanda, como demuestran las cifras del Registro de Demandantes del IGVS, con medio centenar de inscritos, y la necesidad de atraer nuevos vecinos al censo para evitar bajar de los 20.000 habitantes. “Estaba en nuestro programa y es nuestro objetivo aportar solución a esta escasez para responder a la demanda y afianzar la llegada de nuevas familias” señala el edil.

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