Las cuenta de Lalín baja en 621.000 euros, pese a ingresar idéntica cuantía a mayores por el IBI

El presupuesto para 2024 adelgaza un 3% y se sitúan en 19,4 millones | La presión fiscal sube también por la recuperación de ICIO y plusvalías | Pérez alega que la deuda del Estado condicionó la elaboración del documento

Pérez y Crespo con los dueños de los terrenos de la futura Gran Praza en el cierre de la operación ante notario.

Pérez y Crespo con los dueños de los terrenos de la futura Gran Praza en el cierre de la operación ante notario. / Cedida

Después de dos años, uno preelectoral y otro coincidente con los comicios de mayo, en los que la billetera municipal echó humo ahora toca apretarse un poco el cinturón. Aunque con otras palabras, este es el relato que asumió ayer el gobierno lalinense en su presentación de las cuentas de 2024. Más presión fiscal, menos inversiones, ahorro en servicios básicos, pero más dinero para amortización de deuda o incluso la venta de terrenos públicos dan como resultado un presupuesto que se situará en 19.442.279 euros, que son 621.500 menos que el que está en vigor.

La cuenta se aprobará en pleno el día 29 por la mayoría numérica del PP en la cámara municipal, pero además no se descarta el respaldo o la abstención de Compromiso. La teniente de alcalde Paz Pérez, agradeció a la formación de Rafael Cuíña su colaboración en el diseño de una cuenta que, remarcó de nuevo, está seriamente condicionada por la importante suma de dinero que adeuda el Estado por proyectos europeos. Pérez dijo que a comienzos de año las transferencias pendientes por inversiones del IDAE o del plan DUSI se acercarán a los siete millones de euros, situación que afecta principalmente a la programación de las inversiones. El ejecutivo municipal teme que estos fondos no lleguen hasta mediados del próximo ejercicio, condicionando también la cuenta de 2025. “También trabajamos a ciegas”, indicó Pérez, pues, manifestó, nada se sabe aún de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

A pesar de que este documento no deja de ser una declaración de intenciones y la gestión política emerge con la liquidación de las cuentas, la mano derecha del alcalde, José Crespo, admitió no solo que el presupuesto no entrará en vigor el 1 de enero sino que hay cuestiones que llegan desde arriba que pueden condicionar el día a día de la administración local. Por un lado no conviene perder de vista que el Estado podría recuperar la Regla de Gasto y por otro medidas encaminadas a la estabilidad financiera. “Hicimos un ejercicio de contención y de equilibrio entre lo que deberíamos hacer y lo que podemos hacer”, confesó la teniente de alcalde. Con todo, no dudó en calificar el presupuesto del próximo año como “responsable, coherente, contenido, realista y ajustado”.

La coherencia, dijo, se sustenta en que con este documento se da continuidad a la gestión anterior y no es necesariamente tan expansivo porque ya existen proyectos de calado en marcha, a punto de finalizarse o en cartera. Y puso el acento en que el Concello manejará el segundo presupuesto más alto de su historia sin contar con la excepcionalidad del año 2022.

Las cuentas bajan a pesar de que el ayuntamiento dispondrá de más dinero por el alza de la presión fiscal, no en vano el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) urbanos reportará 600.000 euros más y la incorporación de otros tributos indirectos como el de construcciones o las plusvalías debería generar 250.000 euros a mayores.

El ejecutivo tomó la decisión de desprenderse de patrimonio en forma de suelo público y pone a la venta bienes urbanos por los que proyecta recaudar 970.00 euros. Los de mayor impacto son una parcela anexa a la fábrica de La Veneciana y otros en el Agro de Lalín de Arriba.

La previsión de gasto en el capítulo uno se incrementa en 300.000 euros por el alza de salarios, incorporación de plazas, becas o “sentencias judiciales que previsiblemente habrá que afrontar”, declaró Pérez, en alusión al alza en personal. Tampoco hay olvidarse de que el ayuntamiento precisará más dinero para el servicio de ayuda a domicilio.

El gasto en bienes y servicios se puede decir que no sufre variaciones, cuestión que para el gobierno se debe en gran medida en las políticas de ahorro energético que tendrán resultado ya a medio plazo como la remodelación de las luminarias ya llevada a cabo o la futura contratación de una empresa de servicios energéticos con el fin de amortiguar el gasto en energía en instalaciones municipales.

El portavoz del grupo de gobierno, Avelino Souto, dijo que esta cuenta da continuidad a las de los últimos años, durante los que se pusieron en marcha obras e y servicios para el Lalín de los próximos veinte o treinta años”.

Este ejercicio se cerrará con una deuda de 7,8 millones

Para evitar especulaciones o quizá para zanjar el discurso de la oposición sobre la deuda del ayuntamiento, Paz Pérez dio una cifra: el pasivo que habrá a finales del presente ejercicio, que se situará en 7,8 millones de euros. “Es una cuantía inferior a la que dijo la oposición”, comentó, mientras que su compañero Avelino Souto recordó que con la legislación en la mano el Concello podría endeudarse un 70% más todavía. La teniente de alcalde citó de nuevo las obligaciones pendiente del Estado, de unos siete millones, que no solo permitirían aligerar las arcas municipales sino afrontar inversiones de mayor calado. Apuntó asimismo que se parte de dos años de gran esfuerzo inversor, que forzaron a la administración local a adelantar pagos por 3 millones, sin ir más lejos, para actuaciones de la estrategia europea DUSI, 5 millones del proyecto de eficiencia energética desarrollado con la IDAE, 3 millones destinados a la ampliación o nuevas obras de la red de saneamientos y abastecimientos de agua “que eran todas necesarias y nunca fueron cuestionadas por los vecinos”. La humanización de Areal es otra intervención para la que el ayuntamiento tuvo que habilitar en torno a un millón de euros. “Acometimos obras por unos 12 millones de euros y la deuda es de 7,8”, expuso la número dos del ejecutivo. Como el diseño del presupuesto es, eso, una propuesta de lo que pretende materializar el próximo año, el gobierno no descarta que las inversiones sean más abultadas, apelando a su capacidad gestora para atraer financiación de administraciones superiores tal y como aconteció durante el pasado mandato.

Inversiones en la Gran Praza y el local de Carragoso

La amortización de deuda es una de las obligaciones del gobierno municipal, que tiene que hacer frente a préstamos cuyo plazo de cadencia expira y por eso se reserva una provisión de medio millón de euros. Es preciso devolver dinero para el desarrollo de planes de obras o créditos solicitados destinados a cofinanciar actuaciones del DUSI. Si antes indicamos, citando al ejecutivo, que el presupuesto de 2024 no es tan ambicioso como otros anteriores y en consecuencia menos expansivo, las inversiones reales también se moderan y se situarán en 1,9 millones frente a los 3,3 proyectados para este año. Es dinero necesario para dar continuidad a infraestructuras en marcha y otras que están siendo gestionadas como el proyecto de la futura Gran Praza. Ya con el acuerdo de los propietarios, para el próximo curso se reserva una partida de 729.786 euros con la que se abonará una parte del valor de las propiedades privadas. Otros 741.000 euros [a pesar de que es una obra que implica a Xunta o Diputación] corresponden al centro polivalente de Carragoso (741.548 euros); otros 162.646 euros se destinan a la recuperación de la Casa de Álvaro como bien público; 150.000 para la redacción de proyectos o 30.175 euros para la compra de una parcela en la parroquia de Cercio con la que mejorar los equipamientos vecinales. Los números iniciales indican que la inversión caerá un 43% en comparación con este año, pero el dato real lo conoceremos con la liquidación de la cuenta de 2024.