El PP de Silleda demanda un informe sobre la calidad del agua y más control municipal

Maril insta al alcalde a “ponerse a trabajar para averiguar qué pasa con el agua, en vez de dedicarse a amenazar” | Denuncia “descontrol generalizado” en servicios y obras

Un técnico revisa una caldera en una vivienda de Silleda.

Un técnico revisa una caldera en una vivienda de Silleda. / Cedida

Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

El Partido Popular de Silleda ha solicitado la elaboración de un informe detallado sobre la calidad del agua de las traídas municipales ante las denuncias de incidencias y daños que se están produciendo en las calderas de los vecinos y que han sido refrendadas por diversos fontaneros que trabajan en la zona. Califica la situación de “preocupante” por el número de casos que van trascendiendo según pasan los días, por lo que considera que urge “un análisis exhaustivo de las condiciones del agua a fin de determinar si son el origen de los problemas y, de ser así, tomar las medidas oportunas para solucionarlos”.

Los populares aluden a la desatención del servicio de aguas por una “falta de medios” agravada en los últimos años, lo que, a su juicio, está repercutiendo muy negativamente en esta prestación: “Vemos como muchos de los empleados de aguas se dedican normalmente a otras tareas en el Concello que no son las propias de este servicio”, afirman, al tiempo que muestran su preocupación “porque, al final, no se atiende el servicio como debería”. Señalan que la falta de medios y el estado de las instalaciones quedaron “en evidencia” con el tiempo que se tardó en responder a una de las últimas averías sufrida en A Bandeira, “sin que hasta ahora se haya tomado ninguna medida para paliar esta situación de abandono”.

Su portavoz municipal, Ignacio Maril, lamenta la “amenaza” del alcalde, Manuel Cuiña, a instaladores y fontaneros. “Estamos ante una nueva salida de tono del alcalde, y ya perdemos la cuenta de cuantas lleva”, apunta al valorar lo que considera una respuesta “inaceptable” del gobierno ante “un problema que está afectando a muchos vecinos”. “Nuevamente vemos como recurre a la amenaza y a una actitud chulesca y prepotente, en vez de intentar buscar el origen del problema para darle una solución a los vecinos”, critica Maril. Y opina que “esta es una nueva demostración de que el señor Cuiña, aunque ya cobra, está totalmente fuera de sí, y que lo que menos le importa son los problemas de los vecinos”.

El grupo municipal del PP también denuncia públicamente “los constantes incumplimientos y descontroles” en las obras, servicios públicos, contratos y entrega de equipamientos, “lo que demuestra la dejadez del gobierno en su trabajo de dirección y el consiguiente perjuicio en la atención a los vecinos”. Advierte de que “la mala praxis” del ejecutivo socialista es “una constante desde hace muchos años”, pero sostiene que “se está agravando” en este inicio de mandato. En su opinión, muestra “el cansancio” de Cuiña, “que ya se percibió en su amago de dimisión a modo de amenaza por su sueldo”. “Estamos ante una tónica generalizada que se ve agravada por ciertos tratos de favor durante la ejecución de obras”, concluye.