Entrevista | Uxía Rodríguez Nebra Integrante del equipo Angelus MTA Team de Moto3

“Antes de todo esto no sabía que se podían llegar a vivir tantas emociones a la vez”

La mecánica de competición estradense finaliza su primera temporada en un equipo del Mundial de motociclismo

La estradense, dando
 indicaciones a Iván Ortolá 
durante una carrera.

La estradense, dando indicaciones a Iván Ortolá durante una carrera. / Lois Docampo

Uxía Rodríguez puso punto y final el pasado fin de semana en Valencia a su primera temporada como mecánica de competición en un equipo del Campeonato del Mundo de Motociclismo. Ha pasado un año desde que el equipo Angelus MTA Team anunció la incorporación de tres mujeres a su sección de mecánicos e ingenieros para el Mundial, una puerta abierta por la que se coló la estradense para convertirse en la primera mecánica gallega en llegar a un paddock tradicionalmente copado por hombres. Terminada su aventura y a la espera de saber si podrá seguir en el equipo la próxima temporada, hablamos con ella sobre todo lo que ha vivido en este intenso año de viajes y competiciones por todo el mundo.

–¿Qué valoración hace de esa primera temporada en un Mundial de motociclismo.

–Pues sobre diez le pondría un cien. Creo que superó todas la expectativas con las que llegaba. Fueron muchas experiencias, tanto buena como malas. Me pasaron y viví cosas que me ayudaron a aprender. Uno se queda siempre con las partes buenas pero las malas también son importantes para mejorar. Al final, todo es positivo.

–A nivel deportivo, fue un gran año para su equipo.

–Sí, siempre puede ser mejor pero creo que fue una gran temporada. Especialmente la última carrera, fue impresionante. Terminar la temporada con un tercer puesto fue una experiencia inolvidable. Fue como poner la guinda al pastel. Nos permitió acabar con buen sabor de boca.

–¿Cómo vivió la locura de formar parte de un Mundial?

–Tengo que reconocer que al principio fue un poco duro. Tienes una rutina dentro del equipo pero es una rutina falsa, porque siempre estás de un sitio para otro. Al final no das cogido ese ritmo que tienes normalmente, al que estás acostumbrada. Levantarme, ir al colegio, comer... de un día para otro ya no tenía esa estabilidad. Me encontré con otra forma de vida. Conseguí adaptarme pero al principio me costó un poco. Además, soy joven y mentalmente es duro.

–¿Cómo se vive una carrera de este tipo dentro del paddock?

–Al principio siempre tienes un poco de nervios pero llega un punto en que esos nervios los conviertes en concentración. Consigues pensar solo en lo importante. Luego, es cierto que vives muchas emociones diferentes que vas aprendiendo a gestionar.

–Un puesto como el suyo también tiene una responsabilidad en un proyecto de este nivel ¿Eso es algo que se nota?

–La responsabilidad pesa. Siempre tienes ese miedo de poder cometer un error. En mi caso sin embargo tuve la suerte de tener personas a mi lado que me ayudaron, me explicaron y me reexplicaron. Eso te ayuda a no cometer errores y a ir ganando la experiencia necesaria para confiar en ti y que esa responsabilidad no pese tanto.

Uxía Rodríguez celebra una de las victorias con el resto del equipo.

Uxía Rodríguez celebra una de las victorias con el resto del equipo. / Lois Docampo

–¿Qué fue lo que más le sorprendió de todo lo que se encontró en este mundo?

–Antes de todo esto no sabía que se podían vivir tantas emociones a la vez. Lo del domingo pasado fue increíble. Sabía que era el último día de Iván, el último día del equipo, el último con ellos... pero al mismo tiempo estaba feliz por haber vivido esa experiencia tan bonita y fructífera con todos ellos. Si a eso le sumas la emoción del podio y el encontrarme por sorpresa a mis padres en el box, ya fue otro nivel.

–¿Con qué se queda todo lo que ha vivido este año?

–Me quedo con los buenos momentos que vivimos y también con los malos, porque me sirvieron para aprender. Me quedo con las personas que me ayudaron a crecer y esos recuerdos que estoy segura que no voy a olvidar en mi vida.

–¿Cuáles son esos momentos malos de los que habla?

–Hay días más duros que otros. Hay días que fallas, que sabes que fallas y que te dicen que fallas, porque tienen que hacerlo. Después, cuando llegas al hotel, llega el momento de comerse la cabeza. Son momentos duros, que te machacan mentalmente. Lo importante es siempre levantarte al día siguiente con la confianza que eso no te va a volver a pasar y seguir adelante.

–¿Se siente como una pionera en este mundo tradicionalmente lleno de hombres?

–Un poco sí. Uno de mis objetivos desde que empecé fue mostrar a todas las mujeres del mundo que no hay que tener miedo a no cumplir las expectativas o a no estar a la altura. Mi intención es darles a ver que es posible llegar ahí. Es algo que también se podría aplicar a hombres que vean esto como algo imposible pero creo que especialmente mi ejemplo es valioso para las mujeres.

–¿Y qué tal les trataron?

–Muy bien. De matrícula. Desde que llegamos nos trataron muy bien pero fue más allá. Al final terminamos siendo como una casa. Se dice eso de que tu hogar no es un sitio, sino las personas que te rodean. Ellos eran mi hogar.

–Y la gran pregunta, ¿qué pasará para el año? ¿Tiene esperanzas de poder seguir en el Mundial una temporada más?

–Para el año todavía no le sé. Sigo pendiente. En los próximos días me dirán algo. De momento no puedo decir nada fijo porque de momento está en el aire. Ahora me toca volver a estudiar. En menos de veinte días tengo que sacar un trimestre entero del ciclo superior de Automoción. Es duro pero todo esfuerzo acaba teniendo su recompensa.

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