Y mamá montó el belén

Isabel Villamor concilia su reciente maternidad con las muchas horas que dedica al montaje del portal navideño más grande y famoso de A Estrada: el de la iglesia parroquial de San Paio

Isabel Villamor, con el belén que está montando de fondo.

Isabel Villamor, con el belén que está montando de fondo. / Bernabé/Javier Lalín

Ana Cela

Ana Cela

Hace ya años que la estradense Isabel Villamor asumió el montaje del belén más grande y más famoso de A Estrada: el de la iglesia de San Paio. Se entrega a la tarea con mucha pasión, echándole todas las horas que resta a su tiempo de descanso. Y siempre se obra el milagro. Cada mes de diciembre el resultado es espectacular. Se nota el mimo, el cuidado de cada detalle y las ganas de sorprender a quienes buscan, con ojo ya experto, entre las escenas que recrean este Nacimiento. Hace ya días que Isabel trabaja a jornada completa –y extendida– en la composición de este 2023. Este año está más acompañada que nunca porque las necesidades de conciliar esta entrega con su reciente maternidad hacen que haya reclutado a muchos colaboradores. Isabel necesita, no tanto que la ayuden en el montaje, como que cuiden de su pequeño Xacobe que, vivirá su primera Navidad tras ser testigo de cómo su mamá ha armado el belén.

En la mañana de ayer madre y abuela se afanaban en apurar los preparativos antes de ir a recoger al pequeño a la escuela infantil. Con ocho meses, Xacobe ha acompañado a su madre varias veces, después de comer, paseando hasta la iglesia en la tela de porteo, y durmiendo la siesta en el templo parroquial mientras su mamá iba preparando las distintas escenas. Reconoce que este año ha contado con mucha más ayuda: Iván Domínguez, padre de la criatura, la abuela, los tíos y Roberto Ríos, que asume el cuidado de los muchos animales que comparte junto a Isabel en la finca Pico e Fuciño. A mayores, Villamor ha conseguido que Marga Couceiro, que antes se encargaba de montar el belén de la iglesia de San Paio, vuelva a las andadas, aunque en esta ocasión para atender a Xacobe mientras su madre prepara las distintas parcelas, fuentes y moradas de Belén.

El montaje ha crecido estos años hasta alcanzar los 15 metros de largo, por cinco metros de ancho en las zonas más amplias. Este año el conjunto recupera el estanque con peces vivos, toda una atracción que no pudo instalarse en 2022. Sin embargo, Isabel ha decidido prescindir del río. Solo para hacer que fuese serpenteando y fluyendo entre estos parajes necesitaba invertir una semana entera, entre montaje y pruebas. Este año el tiempo disponible no le permite estos excesos.

Isabel Villamor, ayer, durante el
montaje del belén en la iglesia
 de San Paio.

Isabel Villamor, ayer, durante el montaje del belén en la iglesia de San Paio. / Ana Cela

Montar las escenas que ayer estaban ya instaladas sobre el soporte del belén exige una semana, con jornadas que arrancan a las nueve de la mañana y que se prolongan hasta las 20.00. Xacobe juega con su abuela mientras su madre trabaja y, en ocasiones, las sorprende a las dos dando su propio toque a la obra. En la jornada de ayer Isabel se afanaba en el subsuelo del belén estradense para dejar instalado todo el sistema de iluminación que necesita su creación. Con él conseguirá, acompasánadolo con su propia banda sonora, que amanezca en Belén, que la vida despierte en la ciudad y que, cuando caiga la noche, se escuche llorar al Niño y cómo su Madre lo arrulla con una nana.

La composición suma en esta ocasión nuevas figuras lienzadas –especialmente niños– y, como no podía ser de otro modo dada la pasión de Isabel Villamor por los animales, nuevos cisnes, conejos, patos de río, camellos, un tejón y un zorro.

A Estrada no tiene belén viviente, pero sí un belén con mucha vida. Además de los peces que nadarán en el estanque, las figuras con movimiento son otro de sus atractivos. Hay una señora sacando agua de un pozo; trabajadores cargando paja en un carro; una forja; la matanza del cerdo; un carnicero; una señora dando de comer a los pavos; un zapatero; un alfarero; un herrero y leñadores.

Contemplando el belén con ojos de madre, Isabel tiene en mente incorporar una especie de banco con un asidero en el que los más pequeños puedan subirse para ver todos los misterios que esconde esta recreación, evitando que sus padres tengan que estar elevando en brazos a todos los que ya pesen lo suyo. La intención de esta estradense es que le belén quede listo para antes del puente, de manera que ella pueda dedicar los festivos a disfrutar por entero de su maternidad. Xacobe verá el belén ya desde los brazos de su mamá, la que lo montó para todos.