Entrevista | María José Fares Psicóloga especializada en gerontología clínica

“La palabra viejo empieza a ser defendida, pero es mejor hablar de personas mayores”

“Como sociedad no nos podemos permitir el edadismo porque casi el 30 por ciento de los gallegos tienen más de 65 años”

María José Fares ofreció ayer una charla sobre edadismo en el Concello de Lalín.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

María José Fares ofreció ayer una charla sobre edadismo en el Concello de Lalín. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ángel graña

El edadismo fue un término acuñado por Robert Butler en la década de los 60 para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad. Las investigaciones sugieren que la discriminación por motivos de edad puede ser ahora incluso más generalizada que el sexismo y el racismo y tiene graves consecuencias. El Concello de Lalín organizó ayer una charla formativa sobre las razones por las que es necesario hablar de edadismo impartida por María José Fares.

–¿Qué significa en la sociedad actual algo como el edadismo?

–El Concello de Lalín creyó necesario en su momento que se le hablase a los mayores lo qué es el edadismo y lo que significa eso como forma de discriminación por la edad. Es cierto que es una forma d discriminación que no sólo afecta a las personas mayores, también afecta a los jóvenes pero es cierto que a los mayores les afecta y mucho. Además, es algo que lo tenemos culturalmente arraigado. Creo que todavía no somos capaces de darnos cuenta de lo que supone para un segmento muy grande de nuestra sociedad actual.

–¿En qué consistió la experiencia con los mayores de Lalín?

–Lo plantee como una especie de taller en donde al principio les hice un visionado de una serie de vídeos diferentes de anuncios publicitarios, en los que los mayores son los protagonistas sin decirles nada para que ellos pudieran reflexionar sobre lo que ven en cada uno de ellos. A partir de ahí, les expliqué lo que es el edadismo y cómo nos afecta. Uno de ellos fue el del sorteo de Navidad de 2016, que poco después lo tuvieron que retirar porque la Sociedad de Gerontología denunció que la imagen que se estaba proyectando de las personas mayores no era la que queríamos todos por su condescendencia. Otro que les puse fue del año pasado del whisky JB con un abuelo mayor que aprende a escondidas a maquillarse porque se entiende que tiene un nieto que quiere ser nieta y para demostrarle que quiere acompañarla en su proyecto de vida pues se maquilla en secreto y el día de la cena de Nochebuena maquilla a su nieta.

–¿El edadismo tiene algo que ver con la pérdida de determinados valores y una incipiente falta de respeto por nuestros mayores en las nuevas generaciones?

–Por supuesto. Es que estamos en un tipo de sociedad que tenemos ahora, donde prima la imagen y el menosprecio a la experiencia –se ha visto que una persona mayor no tiene por qué ser menos productiva– y eso es un error. También te digo que, al contrario, a los jóvenes se les achaca su inexperiencia. Sí que es cierto que como sociedad avanzada todo eso no nos lo podemos permitir de ninguna de las maneras porque en Galicia ahora mismo tenemos a más del 26 por ciento de personas de más de 65 años, con lo cual si casi el 30 por ciento de la población se siente discriminada o cohibida por lo que puedan pensar de ellas, casi que no estamos nada bien.

–¿Pasa algo parecido con los jóvenes en su día a día?

–Sin duda. Te puedo decir que yo también doy clases de FP y son muy conscientes de que, por ejemplo, vemos a un coche a gran velocidad y lo primero que pensamos es que el que va al volante es alguien joven. Vosotros en la prensa está muy bien que seáis muy conscientes de todo esto. A veces, si ponemos el automático supongo que escribiendo noticias pecamos mucho de eso y damos el dato de la edad, cuando a lo mejor en un dato concreto no es un dato que aporte demasiado. Eso es algo que nos pasa a todos, por supuesto.

–¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en el edadismo?

–Es otro aspecto muy importante de esta problemática. En un primer momento se entendió que los mayores no tenían acceso a la tecnología ni tampoco capacidades. El tiempo demostró que no es así de ninguna de las maneras. Si nos capacitan, todos somos aptos para poder utilizarla en distintos ámbitos. Hay un montón de brechas y, como te decía antes, como sociedad no nos lo podemos permitir. Además, quienes tienen ahora mismo el dinero en la economía actual son precisamente los mayores. Soy de las que piensa que tenemos que ir poco a poco y ser conscientes de que ciertos actos nos pueden hacer afectados por esa discriminación. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ya habla de que el edadismo es una forma de discriminación que afecta a la salud.

–¿Es lo mismo ser viejo que ser mayor o habría que matizar los términos a la hora de utilizarlos?

–Yo creo que al final la palabra viejo empieza a ser muy defendida, lo que pasa es que hasta ahora estaba siendo muy mal utilizada. Era como un sinónimo de deshecho. Por ejemplo, en libro Yo vieja de la psicóloga Anna Freixas, ella defiende que le llamen vieja porque no pasa nada. Yo a veces digo de broma que a mi me encanta que me llamen señora, ¿verdad? No es lo mismo y, desde luego, tenemos que tener cuidado con el lenguaje. Es mucho mejor hablar de personas adultas que de personas viejas por toda la connotación que existe.

–Lo que pasa es que en una determinada etapa de nuestras vidas nos quedamos sin referentes.

–Claro. Yo siempre pienso en familiares que tengo que siempre fueron viejos y aún tienen 70 años ahora. Todo esto tiene que ver con las modas, con las posibilidades de vida que tenían antes y hoy en día tanto tú como yo nos tenemos que ir buscando referentes llegados a este punto. Además, el momento de la jubilación tiene que ser de otra manera también. Es que si te gusta tu profesión, te jubilas de un horario y de una responsablidad, que está muy bien. De hecho, antes en las grandes empresas había unos cursos de preparación para la jubilación. Ante nacíamos, aprendíamos, trabajábamos y moríamos. Ahora no paras de aprender constantemente porque los desafíos de la vida son variados. Se ha visto que la manera de que una persona tenga una vida consolidada está relacionada con un proyecto de vida laboral y, también, personal.

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