Cáritas Diocesana atendió a 210 personas en Silleda y Lalín en su programa de acogida

Cubrió demandas de comida, ropa, empleo o asesoramiento jurídico | Casi una decena de familias acudió a la entidad por el encarecimiento de la vida tras la crisis sanitaria

Donación de alimentos de Motoristas Unidos a Cáritas Lalín. |   // BERNABÉ/J.L.

Donación de alimentos de Motoristas Unidos a Cáritas Lalín. | // BERNABÉ/J.L. / Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

El año 2022 será recordado como el ejercicio en que arrancó la guerra entre Rusia y Ucrania, cuyos efectos se sumaron a los de la crisis sanitaria, con la subida de la energía, del combustible y de los alimentos. Ello, unido a las dificultades para encontrar trabajo, subió el riesgo de exclusión social, sobre todo en las familias con niños adolescentes o monoparentales. La crisis fue tal que el 28,1% de la población gallega tuvo que recortar gastos en luz, agua o teléfono.

Son datos que maneja Tés moito que ver, la memoria de 2022 de Cáritas Diocesana de Lugo. Esta organización cuenta con cuatro ‘delegaciones’ en la comarca dezana: Cáritas Parroquial Lalín (en la rúa Z), Cáritas Interparroquial de Silleda (en la rúa G), en el santuario de O Corpiño y en la parroquia de Santiago de Arnego, en Rodeiro. Cáritas dispone de 414 voluntarios y 33 trabajadores en la diócesis, para poner en marcha distintos programas de acogida a personas marginadas y en exclusión, de acogida a familias en el rural, de promoción de la salud o de empleo y de voluntariado, entre otros.

El de acogida a personas en riesgo de marginación fue el de mayor cobertura en 2022, pues en toda Galicia se atendieron a 2.484 personas para cubrir sus demandas de comida, ropa, formación, empleo, apoyo psicológico o asesoramiento tanto social y educativo como jurídico. De esas casi 2.500 personas, 210 fueron acompañadas desde Cáritas de Silleda y de Lalín. Es una de las cifras más altas de la Diócesis de Lugo, junto a las 458 personas acompañadas por Cáritas en Monforte, y las 225 de la parroquia de A Milagrosa, en Lugo.

Cáritas lleva más de 30 años con este programa de acompañamiento a personas que pueden verse en riesgo de exclusión social cuando se desata una crisis económica. Desde hace otros 29 tiene en marcha su plan Familias en desvantaxe. La falta de empleo y el aumento de la precariedad hizo aún más difícil para varios hogares poder salir de la pobreza durante los meses de la pandemia. Cáritas de Silleda y Lalín atendieron dentro de este plan el año pasado a 9 familias, formadas por 18 personas en total. En toda la diócesis fueron 70.

El informe no indica que hubiese beneficiarios de la zona en otras iniciativas como el acompañamiento de familias en el rural, destinado a personas que residen en lugares con falta de servicios básicos o con pocas oportunidades labores, ni en el proyecto FAIN, destinado a familias con niños de cero a 18 años.

Jornadas de formación de voluntariado en el salón de parroquial de Silleda.

Jornadas de formación de voluntariado en el salón de parroquial de Silleda. / BERNABE/JAVIER LALIN

Sí hubo en las sedes de Lalín y Silleda aulas sobre técnicas de búsqueda de empleo, vinculadas a las competencias digitales, en el marco de unas sesiones que también se celebraron en Melide, Sarria y Monforte. Llegaron, en total, a 51 personas, de las que la mayoría tenía entre 36 y 45 años, uno de los tramos de edad más complicados para reorientar la vida laboral. Además, tanto en Lugo como en Lalín y Silleda se formaron a 78 personas como operarios de almacén y carretilla.

Discapacidad

A la hora de acceder a varios trabajos, es preciso disponer de certificados y acreditaciones. Desde Cáritas se impartió un programa para presentarse a las pruebas de competencias clave que exige la Xunta. Hubo 45 ciudadanos que pudieron realizar estos exámenes tras el acompañamiento de Cáritas desde Lugo, Monforte, Melide, Silleda y Lalín. El 81% de los exámenes realizados quedaron aprobados. Y de esas 45 personas, el 80% son mujeres.

Por último, en Lugo, Melide, Lalín y Silleda hubo además viajes, talleres sesiones grupales de apoyo psicológico y visitas domiciliarias, destinadas a personas con diversidad funcional.

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