El polígono olvidado de A Estrada

Tras recorte –el segundo de su historia– que experimentó hace dos años, el polígono especializado en madera y mueble regresó al cajón de los eternos proyectos locales

El polígono sectorial se proyectó en Lagartóns.   | // BERNABÉ

El polígono sectorial se proyectó en Lagartóns. | // BERNABÉ / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

La Cidade do Moble no tiene quien le escriba. O, si tiene, el destinatario se encuentra en paradero desconocido. Dio mucho que hablar durante años, sin embargo, nadie se acuerda ya de este polígono sectorial especializado en la madera y el mueble que se proyectó en la parroquia estradense de Lagartóns. Decían que iba a ser algo grande, pero después de años de planteamientos –no sin una importante contestación social– la iniciativa se fue desinflando tanto que nadie parece ya recordarla, ni siquiera ahora que la Xunta ha movido ficha en Toedo para ampliar el suelo industrial en A Estrada.

No es que la Cidade do Moble haya muerto antes, incluso, de llegar a nacer. Pero casi. Figura en los planes de desarrollo industrial en el conjunto de la comunidad gallega pero sus referencias –otrora mayúsculas– se quedan ahora en la letra pequeña a pie de página. De hecho, las últimas proyecciones redimensionaron el proyecto, dejándolo en menos de la mitad de los metros inicialmente previstos. En los reajustes realizados por la Xunta en julio de 2021 para “adaptar la comunidad a las necesidades reales” de suelo industrial el polígono sectorial estradense sufrió un tijeretazo. De los 360.000 metros cuadrados inicialmente previstos, se quedó en 160.399. En ese momento se habló de él junto con las previsiones de ampliación de Toedo. De la expansión del principal parque empresarial de A Estrada se sigue hablando, las referencias a la Cidade do Moble parecen haberse esfumado.

¿Técnica del avestruz?

Con el polígono especializado en la madera y el mueble parece adoptarse la técnica del avestruz. Se esconde en un cajón antes de que asumir públicamente que lo que un día se vio como un proyecto de futuro para A Estrada, no parece tener hoy el respaldo necesario. La Xunta dejó entrever que para apostar por la Cidade do Moble se necesitaba un compromiso de asentamiento, sin medias tintas. De hecho, la intención del gobierno gallego era pulsar de manera clara el interés de emplazamiento en este parque mediante el Rexistro de Demandantes de Solo Empresarial, un aval para que el avance en el proyecto fuese compatible con la eficiencia en la gestión de los recursos públicos.

Nunca más se supo. La Cidade do Moble volvió al limbo del que escapa de cuando en vez, sin que, en un gesto de respeto con el trabajo técnico y los recursos invertidos durante años, de adopte la decisión de avanzar con decisión o apostar por una retirada a tiempo.

Desde la última vez que se desempolvó este proyecto estradense han pasado dos años. No es que el parque sectorial no estuviese acostumbrado a la tijera. La sufrió ya en 2010, pasando de los 528.350 metros cuadrados que un día cifraron su pretendida superficie hasta los 367.852 que marcaron, después, sus expectativas. En 2021 se quedó en algo más de 160.000, pero parece que tampoco esta reducción para hacerlo viable le arrienda la ganancia.

Veinteañera

Hace ya 20 años que A Estrada soñó con un polígono especializado en el sector que un día la bautizó como la capital del mueble de Galicia. La idea de este polígono la sembró la propia Xunta, durante una inauguración de la una Feira Profesional do Moble de Galicia que también se perdió por el camino. Los primeros años fueron de motivación y unión elevadas a la máxima potencia. Hubo mucho empuje, muchas expectativas que llegaron a plasmarse en sucesivos trámites, pero nada de lo proyectado –ni lo soñado por unos ni lo temido por otros– terminó generando cambio alguno sobre el terreno.

Si en los últimos años han llovido críticas a la Feira do Moble de Galicia como escaparate fidedigno del sector en A Estrada, la Cidade do Moble es –al menos hoy en día– un espejismo. Fue un sueño ilusionante, pero actualmente no semeja que existan muchos industriales dispuestos a seguir soñando con un parque que pueda realmente hacerse realidad. Los sucesivos gobiernos autonómicos fueron haciendo sus propios cambios y aportaciones a un proyecto que arrancó en buena época, pero que encontró tiempos peores y atrancos múltiples.

Suscríbete para seguir leyendo