El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, anunció ayer en Lalín que su departamento invertirá 900.000 euros, repartidos en tres anualidades, para reformar la Casa de Álvaro, un inmueble que adquirió el Concello de Lalín por 650.000 euros. La primera partida, de 200.000, ya figurará recogida en los presupuestos de la Xunta de 2023, y confirma ese compromiso del gobierno autonómico “para ayudar a su rehabilitación”, indicó el conselleiro. Los tres años que se marca la Xunta son un periodo razonable, en vista de los plazos administrativos y de las demoras que puedan darse durante la restauración, mientras que los 900.000 euros de inversión se calcularon en base a la superficie y los costes.

Sobre si sería necesario que el Concello aportarse dinero para esta reforma el alcalde, José Crespo, indicó que “no tengo dudas con que si nuestro partido está en la Xunta, no va a haber problemas para asumir todo.”. Y como buen refranero que es, apostilló que “de todas formas, non van quedar as papas raras por unha presa de fariña”. La Xunta, en sus presupuestos de 2023, ampliará en cuatro millones de euros (un 14% más) las partidas para rehabilitación del patrimonio.

El tirón de las rutas jacobeas

Cultura diseñará para la Casa de Álvaro un plan de usos funcional con el que cubrir actividades sociales, culturales y turísticas de los lalinenses, pero también de cualquier ciudadano, dado que está al pie del Camiño de Inverno, y estos dos años Xacobeos quedó claro el auge de las rutas de peregrinación a Santiago. Servirá, de este modo, para reforzar otros dos equipamientos culturales de Lalín: el museo y la biblioteca, muy próximos también al kilómetro cero.

Con el proyecto arquitectónico quedará claro qué espacio se destina a uno de estos usos. Es obvio que la oficina de turismo va a ir en la planta baja, y que será un despacho muy activo y ya lejos de la única función de repartir folletos con información. “Habrá actividades, exposiciones y hasta demostraciones de cocina”, adelantó el conselleiro. Hay un semisótano que, por su escasa altura, tendría que limitarse a un uso como almacén, por ejemplo. Los técnicos también determinarán qué uso se le da al jardín que, aunque pequeño, tiene muchas posibilidades.

Galerías

Desde la Alcaldía, Crespo se mostró satisfecho con esa dotación de 900.000 euros, y entiende que la restauración va a ser lenta, “no como en el edificio del Manuel Rivero, que se trata de derribar para construir otro nuevo”. En la Casa de Álvaro, por ejemplo, habrá que desmontar las galerías de madera para ver si pueden restaurarse o hay que construir otras nuevas. Si pueden aprovecharse, habrá que meter además doble cristal. “Igual reformar solo la galería lleva un año”, calcula. Dentro también hay un sistema de calefacción sobre el que tendrá que decidir Patrimonio si se conserva o no.

La Casa de Álvaro se construyó en el año 1913, y en su bajo albergó locales muy emblemáticos para el municipio, desde una chocolatería hasta una ferretería y, ya en los últimos tiempos, una oficina de Banco Pastor.