La Festa da Paella de Cortegada congregó ayer a 1.800 personas que compraron su respectiva entrada para esta cita gastronómica, completando así el aforo dispuesto en el campo de la fiesta. La degustación arrancó en torno aa las 22:00 horas para dar paso a una noche musical amenizada por las orquestas Tango y Grupo Fussión.

El plato principal entorno al que gira toda la celebración se empezó a preparar dos horas antes de la llegada de los comensales. Sin embargo, algunos de los pasos previos como la preparación de los mejillones o el corte de las verduras se realizaron el día anterior para aligerar la carga de trabajo.

La celebración de ayer supone la 20º edición de este evento que se inició en 2001, pero que durante la crisis sanitaria del coronavirus tuvo que ser suspendida. El año pasado, la organización pretendía retomar esta tradición, pero las medidas sanitas obligaban a mantener distancia de seguridad y un máximo de aforo que obligaba a los encargados de la fiesta a decidir quién podía asistir y quien no. En la actualidad, sin restricciones de los vecinos de Silleda pueden volver a disfrutar de este típico plato español.

Sin masificaciones

La organización principal, compuesta por cinco miembros, contó con el respaldo de familia y vecinos, tanto de la parroquia como de fuera, para poder sacar adelante la jornada sin ningún problema. Entre sus labores estaba el de colocar las mesas, preparar todo el material necesario para la noche y asignar los sitios para todos los asistentes. El grupo a cargo de la celebración incluso, se llegó a plantear ampliar el número de asientos, hasta alcanzar los 2.000. Finalmente, esta idea fue desechada con la intención de no masificar el evento, de poder ofrecer un mejor servicio a todos los presentes y de facilitar el trabajo a los encargados del evento.

Los vecinos congregados para el evento tuvieron que presentar su entrada que pudieron adquirir, los días anteriores, en varios establecimientos de la zona. La gente interesada solamente tuvo que apuntar el número de personas que querían ir y el nombre de la peña a la que pertenecen para garantizar su sitio en la mesa.

Esta festividad surgió en una reunión entre amigos que tomaron la determinación de crear una fiesta diferente de todos los que se que se desarrollaban en la zona por aquel entonces. En ese periodo se llevaban a cabo varias celebraciones gastronómicas, pero no se elaboraban los alimentos en el propio espacio, cada uno llevaba lo que quería. Ante esto, los fundadores de la fiesta decidieron hacer una paella gigante en la zona de la fiesta y ante los ojos de todos los curiosos que se quisieran acercar a probarla. El plato se realizaba, y continúa siendo así, todo en el mismo recipiente y cocinado con leña.

En sus inicios nadie confiaba en el éxito que este evento podía alcanzar, pero más de veinte años después la Festa da Paella congrega a nada más y nada menos que casi dos millares de personas. Sin embargo, esta paella es diferente de la tradicional valenciana, sin desmerecerla, esta está hecha con productos gallegos que la convierten en un plato más de la zona. Además de la paella, los comensales pudieron disfrutar de un postre conformado por queso y membrillo de la zona.