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La pesca de salmón en el Ulla se cierra con los peores datos en dos décadas

Durante mayo y junio solo se registraron cuatro capturas, por debajo de los malos números del año pasado, con ocho | Dos salieron en Ximonde y los otros, en Pontevea y Santeles

José Antonio Gallego, con el campanu del Ulla. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Si el 2021 fue malo, el 2022 lo ha sido todavía peor. La temporada de pesca de salmón se cerró ayer –hoy ya no está permitida la pesca con muerte del salmón– y lo hizo con los peores datos desde el año 2000, cuando solo se registraron tres capturas en los cotos salmoneros estradenses. En esta ocasión, la cifra se quedó muy cerca, con solo cuatro ejemplares del conocido como rey del río. Se empeora de esta manera la cifra de ocho capturas registrada el año pasado, en una tendencia a la baja que viene registrándose a lo largo de los últimos años y que deja ya muy lejos los 60 salmones que se estaban pescando hace menos de una década.

Los pescadores encuentran este año poca explicación a la escasez de capturas y señalan que han sido pocos los ejemplares que se han visto en el río a lo largo de estos dos meses. Así lo apunta Salva Ortega, de la web especializada www.asorillasdoulla.com. “Fue un desastre pero es que ni se vieron”, afirma. “Puede que fuesen una mezcla de factores, como el bajo caudal o que la subida en las escalas es más fácil que antes, pero no hay nada claro”, apunta encontrando intentar una explicación. Ortega sin embargo destaca las bajas cifras de capturas de salmón se ha trasladado también a otros puntos. Un caso preocupante para él sería el del río Sella, donde el año pasado se pescaron más de 250 y en este van solo por 35. Por contra, el Narcea mantiene buenos registros.

Según los datos recopilados en su web, el primero de los salmones de la temporada salió el 7 de mayo, durante el Concurso Internacional de Pesca del Salmón organizado por la sociedad Río Ulla. El campanu lo sacó José Antonio Gallego, de Cangas. Pesó 4,355 kilos a cucharilla en el puesto de O Penedo, en el coto de Ximonde. Solo siete días después, Rubén Golpe Mondragón, de Carballo, sacaba el salmón más grande de la temporada. Fueron 5,900 kilos a cebo natural en el coto de Pontevea, una zona que ha dejado pocas capturas en los últimos años.

Para ver el siguiente salmón hubo que esperar hasta el día 5 de junio, cuando Luis Mirás Turnes, de Teo, sacó un ejemplar de cuatro kilos a cebo natural en el coto de Ximonde. El cuarto y último salió en el Coto de Santeles. Fue el vecino de A Estrada Xaquín Lorenzo Muíños, vecino de A Estrada, quien pescó un ejemplar de 4,800 kilos de peso a cebo natural.

“Seguimos jugando en un campo de hierba natural, Ximonde, y en otros campos de tierra de Tercera Regional”, explica Ortega. “Este año se pescaron dos en Pontevea y Santeles pero son capturas más por casualidad que otra cosa”. Así fue en el caso del salmón pescado por Rubén Golpe en Pontevea. Mientras pasaba por el puente, el pescador de Carballo pudo ver como pasaba por debajo un ejemplar de salmón y se detenía a descansar en una zona tranquilla. En ese momento aprovechó para bajar y probar fortuna, sacando de esta manera un buen ejemplar.

Ortega sigue lamentando la reducción de la temporada a dos meses, dejando fuera un mes de julio tradicionalmente bueno para la pesca de salmón. También lamenta la existencia de cotos, cuando el otros ríos se permite en fin de semana la pesca libre. Esto permitiría tener más cañas en el río. Sin embargo, sin poder ver los datos oficiales de Medio Ambiente, Ortega considera que hay en general pocos peces en el Ulla, algo que también se demuestra con las flojas temporadas de reo, lamprea y truchas.

En su caso sin embargo, el pescador estradense sí que pudo pescar un salmón. Lo hizo en el río Eo, en el mismo sitio donde ya sacó uno el año pasado.

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