La Diputación de Pontevedra va a acometer una ambiciosa actuación de seguridad vial en la EP-7007 Couso-San Miguel de Barcala, en el Concello de A Estrada, en la que invertirá un presupuesto de cerca de 830.000 euros.

La Junta de Gobierno viene de aprobar este proyecto, que se desarrollará en un tramo de 2,3 kilómetros, entre los puntos kilométricos 5,683 y 8,071 de la citada carretera.

Los trabajos aprobados por la institución provincial se centrará en el refuerzo del firme del vial encaminado a mejorar las condiciones de circulación y garantizar la seguridad vial al amparo del modelo de movilidad sostenible que la institución provincial desarrolla desde hace siete años.

De este modo, las obras proyectadas consistirán en la ampliación de la superficie de la calzada y el refuerzo del firme existente entre los citados puntos kilométricos. En concreto, se realizará una ampliación de la plataforma para dotarla de carriles de 2,50 metros de ancho, arcenes de 0,5 metros en ambas márgenes y una cuneta de seguridad de 1 metro de ancho en la margen derecha de la carretera.

Para eso, se llevará a cabo a demolición del paquete de firme existente y de la base para posteriormente reponer la capa de rodaje y los arcenes se ejecutarán con el mismo pavimento que la vía.

Además, será preciso el retranqueo de algunos elementos existentes (postes, etc.), así como el relevo de varias obras de drenaje transversal.

Todavía no se conoce la fecha en la que se iniciaran estos trabajos de mejora del vial en la zona. La carretera, que está bajo la responsabilidad de la Diputación Provincial, que este año prevé invertir 18,7 millones de euros en la mejora de las condiciones de varros tramos de infraestructuras por todo el territorio, a través de diversas actuaciones.

El principal objetivo en este caso es conseguir aumentar la seguridad en las carreteras provinciales, reduciendo así el riesgo de accidentes o siniestros, que puedan acabar perjudicando la salud de los habitantes.

En este aspecto, como se mencionaba anteriormente, se harán hincapié en acondicionar propiamente el firme, tapando los posibles desniveles que pueda haber, así como invertir en señalización y saneamiento de las cunetas, un aspecto especialmente relevante ahora que se acercan épocas de elevadas temperaturas y riesgo de incendios.