Con las pulsaciones como si hubiese finalizado un intenso sprint. Así se mostró ayer el concejal de Deportes de Lalín, Avelino Souto, en buena parte de una comparecencia para tratar de desmontar las acusaciones de las que fue víctima en el último mes y medio por parte de la oposición. El representante del gobierno dijo que con esta estrategia de descrédito hacia su gestión las fuerzas de la oposición se ponen en evidencia y demuestran, por ejemplo, que nada les interesa del buen funcionamiento de infraestructuras de referencia como el Lalín Arena.

En primer lugar se refirió a las acusaciones veladas y no tanto de la denuncia de “empleados” del multiusos por supuestos casos de acoso o imposición de cometidos irregulares por su parte. Admitió Souto de que un empleado del Arena demandó al Concello ante el Juzgado de lo Social por modificación de las condiciones de trabajo, deslizando al tiempo ser víctima de un posible caso de acoso por parte de su responsable político, es decir, Souto Rozados. Según indicó este el juez desestimó la demanda en ambos términos [se desconoce si el empleado recurrirá a instancias superiores si tiene esta alternativa] y la gestión de esta concejalía también quedó avalada en este asunto con un informe de la inspección de trabajo favorable a los intereses municipales. “Queda acreditado que no se modificaron las condiciones de trabajo y tampoco se tomaron represalias contra este trabajador”, proclamó.

Después de pedir de nuevo a la oposición que, aún con el derecho a reunirse con los trabajadores del Arena, no tratase de “calentarlos” apuntó que esta campaña de en cierta medida acoso contra su gestión de esta infraestructura se constata con la presentación, solo en lo que llevamos de año, de 20 denuncias ante Sanidade por la limpieza del recinto o supuesta escasez de medios humanos. La última, aseguró el edil, llegó por sorpresa ayer mismo y los funcionarios de la administración autonómica se fueron certificando, como las demás veces, que no había nada que objetar. “A la oposición nunca le gustó el Arena, cuando se construyó ya lo quiso reventar”. Comparó su funcionamiento, ahora, con la etapa del cuatripartito cuando, recordó, sí se impuso una multa de 6.000 euros “por estar la piscina sucia” y después se ordenó su cierre temporal por no haber solventado el problema con el cuadro de monitores necesario.

Cursos en la piscina

Souto tiró de estadísticas para apoyar lo que considera el esfuerzo que, sumado a la inversión, se dedica al Arena y recurrió al censo de niños que acuden a los cursos de natación. En la campaña 2017-2018 fueron 377, que aumentaron a 433 en el período 2018-2019. Ya con la pandemia el curso siguiente el registró cayó hasta los 375, pero ahora el censo de participantes se disparó a 616. “Esto son datos que hablan por sí solos y es lo que vale, pero todos los días la oposición utiliza el Arena para el desprestigio de la concejalía de Deportes”, sentenció.

Por último, manifestó que como cualquier político en su gestión existen luces y sombras, aunque consideró injusta “la campaña política” contra él y esta cartera municipal. “Pido disculpas por los errores, pero también alguna vez acertaré”, exclamó.

Castro quiso tumbar una cita de rugby en Vilatuxe

Avelino Souto aprovechó su defensa en las críticas, sobre todo, a la gestión que le imprime al multiusos para pronunciarse sobre otras cuestiones en las que se puso en entredicho su capacidad para llevar esta concejalía. Sacó a la palestra las acusaciones en este caso dirigidas a Compromiso por Lalín y a su concejal Miguel Medela por el episodio vivido el pasado fin de semana en el campo de Vilatuxe al coincidir dos partidos a la misma hora. Dijo que el control de los encuentros mantiene el mismo funcionamiento y es mediante comunicación al técnico de Deportes, a quien el club de Veteranos Vilatuxe de fútbol no le habría avisado de que tenía un encuentro, algo que, dice Souto sí hizo el Gaélico. “Si llegas a jugar y no tienes campo lo lógico es avisar al técnico o llamarme, no marcharse sin más”, espetó a Medela, a quien pidió que no se colgase más medallas por la obra de este campo cuando en el proyecto original ni servía para la práctica del rugby. Por otro lado, acusó al exedil y miembro de Compromiso Santi Castro de tratar de boicotear una concentración de rugby de este fin de semana en Vilatuxe llamando a la federación gallega para indicarle que el campo no reunía las condiciones. “Si lo digo es porque la federación me autorizó”, adujo, y dijo que el evento atrae a Lalín a 80 personas durante dos días.