Un nido de avispa asiática (Vespa velutina) de gran tamaño llama la atención a quienes pasan junto al Pazo de Filgueiroa, en Donramiro. Está en la cima de un árbol de esta propiedad desde hace varios meses y, de momento, ha resistido a los rigores del invierno. Si bien estas construcciones suelen permanecer de una temporada para otra, las avispas no vuelven a ocuparlos una vez que quedan vacíos.