La 54ª Feira do Cocido de Lalín se pospone al 24 de abril con el objetivo de que entonces la crisis sanitaria se haya normalizado y permita la celebración del evento con garantías y preservando su esencia de la gran cita de la gastronomía de Galicia. La decisión fue trasladada a hosteleros por el gobierno de José Crespo en una reunión celebrada el viernes por la noche en el consistorio y los presentes respaldaron la postura del ejecutivo al reconocer que quizá el próximo 20 de febrero –día grande de la fiesta– no se den las condiciones.

El mandatario indicó que los niveles de contagio por coronavirus son todavía demasiado altos y pese a que los riesgos sanitarios son más bajos por el elevado nivel de vacunación de la población sí conviene tener en cuenta otros factores. Entre ellos están por ejemplo, “evitar una explosión de contagios en Lalín con las aglomeraciones que implican los actos del Cocido”. También pesa el elevado número de potenciales visitantes se reduciría de manera muy llamativa todavía en un escenario sin restricciones pues la gente todavía está temerosa de salir de casa. “Tenemos herramientas para poder sacar el máximo partido a la feria son asumir riesgos, manteniendo lo que es asumible y posponiendo lo que entrañe más peligro”, dijo.

¿Qué se mantiene? El Mes do Cocido, como el año pasado, continuará como uno de los principales o quizá el más importante elemento dinamizador del sector porque los restaurantes se siguen llenando de comensales “gracias al bien hacer de los hosteleros”. La administración municipal dará continuidad a las campañas promocionales para visitar el municipio y por extensión disfrutar con su gastronomía, las publicitarias y las visitas de prescriptores e la localidad durante entre el 15 de enero y el 14 de febrero. Así, se prepararían jornadas de instagramers locales y una visita de influencers gallegos y españoles para difundir la feria.

Todos los demás eventos relacionados con el Cocido se retrasarían con el propósito de que el día grande –el domingo posterior a la Semana Santa– “la situación estaría más controlada y podría ser factible hacer eventos de gran formato”. El gobierno local recabó información entre médicos y expertos sanitarios acerca de la evolución de la pandemia. Entre abril y parte de mayo se distribuirían las demás propuestas de la fiesta y entre el sector hostelero se vio con agrado que la campaña del Mes do Cocido en la práctica se pudiese prolongar hasta el mes de mayo. La carpa del Campo da Feira Vello se montaría el viernes santo. Lo que sí lamentó el sector fue las reservas en hoteles ya cerradas para el 20 de febrero, que lógicamente se van a perder.

Entre frustración y resignación

Organizar un evento como el Cocido supone una ingente carga de trabajo para trabajadores municipales e implica a la práctica totalidad de las áreas de gobierno. Pese a su distinción como Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2020 todavía no fue posible celebrar este honor porque su reconocimiento llegó con la 52ª edición ya perfilada y solo unos días antes trascendió la decisión ministerial. El año pasado la pandemia ya forzó el aplazamiento de la feria en hasta dos ocasiones y este el virus todavía nos somete a su férrea dictadura e impide una normalización de las relaciones sociales. Para el equipo de gobierno es frustrante trabajar en esta situación y el propio Crespo reconoce que todo el empeño que se pone en la organización y promoción de la fiesta no luce como desearía, pero quien escribe el guión diario de los casi ya dos años es la pandemia. Porque el Concello pretendía que en este 2022 el Cocido regresase a su formato tradicional y semanas atrás sacó a concurso por 186.000 euros el suministro de distintos equipamientos, algunos de ellos ya en fase de adjudicación. La Matanza Tradicional do Porco, el Motococido o un monográfico sobre la miel eran algunos de los eventos incorporados al programa.