El BNG de Silleda denuncia “el mutismo” del gobierno municipal respecto a los desahucios anunciados en un edificio de la calle Emilio Alonso Paz, que contrasta con la actitud de “total beligerancia” que mantuvo años atrás. A pocos días de que se produzcan los desalojos, los inquilinos están convencidos de que la Sareb “nunca ha querido negociar una solución justa”, aducen los nacionalistas, que entienden que “la única finalidad de los primeros contactos con el ente público parece que fue acceder a los datos de los inquilinos para poder proceder a los desahucios”.

El auto del juez por el que legalmente tenía que proceder al desalojo de las viviendas, salvo acuerdo con la Sareb para su permanencia, también decía que confiaba en que este acuerdo se produjera para “evitar situaciones injustas e indeseables”. “Hay inquilinos que gastaron dinero en las viviendas”, sostiene el Bloque. No entiende la negativa de la sociedad bancaria a negociar la venta de los pisos con los actuales ocupantes que lo deseen, si su finalidad sacarlos a subasta. Sospecha que “tienen preferencia los especuladores o fondos buitre, que los compran a precio de ganga, frente a las familias del pueblo”. Aduce que fueron varias las ofertas realizadas a la Sareb por parte de los inquilinos para adquirir los inmuebles a precio de mercado; siguen sin respuesta a día de hoy.

El BNG insta al ejecutivo local a interceder ante el fondo de reestructuración bancaria para que “nuestros vecinos no se queden en la calle”. Una situación que, paradójicamente, coincide con la llegada al Congreso la primera ley de vivienda de la democracia. “Silleda debería declararse de nuevo un concello libre de desahucios, pero parece que eran otros tiempos”, lamenta.