La comunidad educativa del Centro de Educación Infantil e Primaria (CEIP) O Foxo estrenó al mediodía de ayer el nuevo comedor escolar del colegio ante la imposibilidad de lograr la jornada continua (solo de mañana) que ansía por la imposibilidad de casar los nuevos horarios del transporte escolar que implicaría la medida con los de entrada y salida de los estudiantes de los institutos en A Estrada. Un mismo bus hace ambos servicios. Y según detalló ayer el presidente de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA), Alberto Cabaleiro, cuando demandaron la aplicación de ese nuevo horario –tras imponerse por abrumadora mayoría de las familias la elección de la jornada continua)– les indicaron que de momento tendrían que seguir con la jornada partida para evitar un problema de sobrecoste del transporte escolar.

De ahí la decidida apuesta por la creación de un nuevo comedor, cuya superficie duplica en tamaño a la del anterior. A propósito de este, cabe destacar que había sido habilitado hacía años en una pequeña aula sita a la entrada del centro, al lado de la sala de profesores. Su superficie era muy reducida y las necesidades de espacio –especialmente desde la aparición del COVID– no habían parado de crecer. Por eso, la ANPA apostó por crear el nuevo comedor, en la antigua casa del conserje y lo logró contando con el apoyo la Xunta y el Concello..

Tras liberar ese espacio que el colegio utilizaba como almacén, se procedió a dotarlo de nuevos suelo y techo además de pintar las paredes. Xunta y Concello aportaron fondos, materiales y parte de la mano de obra. Los padres también trabajaron mucho, según detalló la directora del CEIP O Foxo, Rosa Ferreira. Gracias a esta colaboración, el nuevo comedor no solo se acondicionó sino que se equipó con zona de fregadero, otra de emplatado, lavavajillas, nevera, nuevas mesas y distinto equipamiento como un mueble lleno de juegos para los niños. También se dividió interiormente un armario empotrado preexistente para albergar el menaje.

La superficie del nuevo comedor ronda los 80 metros cuadrados, el doble que el anterior. Dará servicio a un buen número de familias que necesitan utilizarlo los dos días que hay clase por la tarde: lunes y miércoles. Cuarenta niños de 3 a 11 años fijos y 15 esporádicos –un número bastante elevado para los 115 alumnos que tiene el centro– son usuarios del comedor escolar, que gestiona la ANPA a través de la firma local Gradín (que presta el servicio de catering).

De ahí que la ANPA siga apostando decididamente por el comedor escolar. Su ubicación favorece, además la utilización del patio y su vigilancia. No obstante, el nuevo presidente de la ANPA, Alberto Cabaleiro, dejó claro ayer que no pierde de vista lograr la jornada continua que ya tienen otros centros y piden mayoritariamente los padres. Aunque intuyen que va “para largo”.