La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia, Adega, solicita a la Dirección Xeral de Patrimonio Natural que retire el proyecto de decreto del Plan de Conservación de la Fraga de Catasós, para tramitar una nueva propuesta de ampliación de este espacio protegido. Así, de las 4,5 hectáreas que ocupa el actual Monumento Natural, se pasaría a las 180. Esta ampliación permitiría incluir las formaciones boscosas de Casas Vellas, Antuín, Gate, As Pereiras y Portocelo, además del riachuelo de Quintela.

Si se incorporan estas superficies, será más fácil gestionar y prevenir cualquier riesgo que afecte a las Fragas de Catasós, como la entrada de plagas, la reducción del nivel freático del suelo o la disminución de la biodiversidad. Al poder tratar todo el bosque con esta “burbuja ecológica”, también se controlaría la destrucción de la integridad paisajística o el riesgo de entrada de fuegos forestales.

Prohibir líneas eléctricas

Adega ya formuló esta propuesta hace casi cuatro años, en diciembre de 2017, cuando la Consellería de Medio Ambiente sometió a participación pública el documento preliminar de este plan de conservación. Adega alegó para que las citadas masas boscosas pasasen a formar parte del Monumento Natural, dado que se había descartado para ellas la declaración de Espacio Natural de Interese Local (ENIL). Nunca recibió respuesta a estos alegatos, así que remitió un documento de propuesta a la Dirección Xeral de Patrimonio Natural para elevar la protección a todo el bosque, con una zona de protección total para el Monumento Natural, y otra de usos moderados, para el resto del bosque, en el que se permitirían actividades del PXOM y de la Lei do Solo, pero en la que quedarían prohibidos los cambios de uso de suelo, edificaciones o el paso de infraestructuras o líneas eléctricas como la que en su momento proyectó Unión Fenosa y que atravesaba Casas Vellas.

Pese a que Adega ya indicó hace cuatro años que en estas 180 hectáreas hay más de 470 especies de plantas, 74 de hongos o 68 de aves, el documento del plan de gestión que acompaña el anteproyecto de Decreto esgrime que los estratos arbóreos en las zonas de ampliación (roble, castaño, abedules y pinos) están ya presentes en la zona declarada ya como monumento natural, por lo que no hay ejemplares que den pie a ampliar la zona protegida. El estudio sí está abierto a incluir una parcela donde crecen robles, otra con castaños jóvenes que rompen la unidad de la parcela Val de Fernando, un prado con un molino y otro prado que permite ver la fraga en perspectiva.