Dos semanas después de denegar la declaración de Espazo Natural de Interese Local (ENIL) para la Fraga de Casas Vellas, la Consellería de Medio Ambiente somete desde hoy a exposición pública el documento preliminar del Plan de Conservación de la Fraga de Catasós. Este proyecto arranca con 15 años de retraso, ya que la conocida como Carballeira de Quiroga fue declarada Monumento Natural en 2000 y, según la Lei 9/2001, de Conservación da Natureza, este tipo de espacios deben tener aprobado, en un plazo máximo de dos años desde su catalogación, un plan de conservación.

Dicho proyecto determinará los usos compatibles con la Fraga de Catasós, así como las actividades que deban limitarse de cara a su preservación. El análisis que encargó Medio Ambiente a la consultora Hidria enumera tres tipos de actividades que, si bien ejercen presión sobre los recursos naturales, no supondrán una merma en su valor: los usos ganaderos y agrícolas tradicionales (mediante el mantenimiento de pastos y la recuperación de tierras de cultivo abandonadas); la recogida de castañas y setas para consumo particular, que además deberá ser regulada; y, por último, el uso recreativo y turístico, que permitirá contribuir a la educación ambiental y para el que habrá que mejorar la señalización de los caminos habilitados y la regulación del tránsito de bicicletas, caballos o recorridos fuera de los caminos.

Este análisis inicial recoge, por otra parte, una docena de usos presentes en las 4,51 hectáreas del monumento natural de Catasós y que pueden impactar en este patrimonio: además del abandono de pastos o el uso de biocidas y químicos en especies forestales, se alerta de las consecuencias que traería un crecimiento de la urbanización continua a la fraga, la captura ilegal de animales terrestres, el uso de vehículos motorizados, la contaminación por actividades agrícolas, la presencia de especies invasoras no nativas o catástrofes naturales como un incendio causado por un rayo, amén del cambio climático.

Pese a estas presiones, el estudio indica que el estado general de conservación de la Carballeira de Quiroga es bueno, aunque se detectaron algunos ejemplares con una perforación causada por "algún tipo de insecto barrenador sin identificar". Hubo que cortar varios árboles tras la borrasca del pasado febrero y reforzar con un cable la sujeción del castaño más alto, que aún así sigue cediendo.