Cerca de un millar de personas disfrutaron en la noche del sábado al domingo en la parroquia estradense de Nigoi de la actuación de París de Noia en formato verbena con seguridad COVID. Sucedió gracias a la acción conjunta de la comisión de fiestas y del Grupo Troula que dirige Jorge Silva, contando con el asesoramiento del Concello de A Estrada y la implicación de Emerxencias de A Estrada y la Guardia Civil en materia de seguridad.

La venta online de las entradas funcionó muy bien. Se vendieron 960 entradas de las 1.000 disponibles. La mayoría, vía online. Personas de A Estrada y de distintos puntos de las comarcas de Tabeirós-Terra de Montes y Deza se dieron cita en la verbena, a la que también quisieron sumarse personas procedentes de los puntos más dispares de la geografía gallega como Ordes, Santa Comba o Culleredo.

La organización había dispuesto dos sectores con capacidad para 500 personas cada uno, con una división longitudinal para lograr una separación efectiva y sus respectivas zonas de baile (con estrictas medidas higiénicas, como el uso obligatorio de mascarilla y la prohibición de bailar “pegados” salvo que se tratase de convivientes), de pulpería y de bar con terraza. Un equipo de seguridad formado por 20 personas (14 de una empresa de seguridad y 6 del Grupo Troula) se encargaron de controlar que nadie accediese a la zona de baile con consumiciones.

La verbena arrancó a las 21.00 horas con la charanga Charandonga. A las 23.00 horas tomó el relevo París de Noia, que ofreció un pase completo hasta las 2.30 horas. Para los integrantes de la orquesta, según explicó su director gerente, José Antonio Blas, fue una noche muy especial. No en vano, era su segunda verbena del verano, tras la celebrada recientemente en una parroquia de Moraña. Las demás actuaciones que ha llevado a cabo desde su reciente reactivación estival (la primera en Santo Venia de Pisuerga, en Valladolid, en junio;  y otra en Marín el pasado mes de julio) tuvieron lugar con el público sentado. Nada que ver con las elevadísimas cifras de actuaciones de 2019 y los años precedentes. “Somos una orquesta que en un año normal, como 2019, haríamos en julio unas 26 actuaciones (frente a las dos de este año) y que en agosto trabajaríamos todos los días. En cambio, este mes, solo trabajaremos seis”, explicó Blas.

No es rentable, admitió, por los elevadísimos costes de reactivar la orquesta para ponerla a funcionar de nuevo tras entrar en ERTE a raíz de la declaración del estado de alarma el 13 de marzo de 2020. Hubo que rescatar del ERTE a 32 personas y poner en carretera a 4 tráilers y un autobús para el personal. Son muchos gastos. Con las escasas actuaciones de este año “no nos da para nada”, lamentó. “Pero sí para seguir vivos”, subrayó. “Para eso decidimos este año intentarlo”, aseguró. Quieren demostrar que “hay orquestas y que se pueden hacer fiestas”, con seguridad COVID, siguiendo estrictos protocolos de seguridad. “El caso de Nigoi lo demuestra”, afirmó, coincidiendo en su afirmación con el responsable del Grupo Troula, Jorge Silva, que anima a las comisiones de fiestas a seguir promoviendo celebraciones “con seguridad”, favoreciendo así que se mueva la economía.

París de Noia, por su parte, seguirá intentando demostrarlo en su próxima actuación en formato verbena, el próximo día 24 en Pereira de Santa Comba; y en las actuaciones para público sentado que hará el 19 en Melide, el 28 en Noia y el 31 en Vilalba, en las fiestas de San Ramón. También suma espectáculos fuera de Galicia. Hoy actúa en Vegadeo. Mañana y el próximo fin de semana, en sendos pueblos de la provincia de Salamanca.