Caminan juntos, pero no revueltos. Van llegando por grupos, ajustándose a los protocolos que exige la pandemia, como si fuesen células burbuja que al final del día se unen dando lugar a un mismo ser. Han salido temprano de la parroquia de Codeseda, después de pasar la noche en el pabellón de su colegio. Se hacen una fotografía con la imagen de un peregrino que no siente el dolor del esfuerzo en sus pies inertes, pero que también luce mascarilla. Es un recuerdo de que la crisis del coronavirus también afecta a las peregrinaciones a Compostela. Cerca de 90 Scouts de distintos puntos de país se dan cita en A Estrada para seguir el Camiño da Geira e dos Arrieiros hasta abrazar al Apóstol. Muchos de ellos tienen una experiencia previa en el Camino, pero se quitan el sombrero ante la belleza paisajística de esta senda. Antes de reiniciar la marcha, de nuevo grupo por grupo, brindan con sidra de A Estrada. ¡Buen Camino!, se desean. Si el recorrido alimenta su espíritu, la manzana estradense hecha sidra les reconforta el cuerpo.

“Es muy chulo. Las primeras etapas fueron durillas, pero es muy bonito. La verdad es que está muy bien, porque es un Camino en el que estábamos prácticamente solos”, explica una de las integrantes de este grupo de Scouts de Europa. “Estamos teniendo muy buena acogida, en los pueblos, en los polideportivos en los que estamos durmiendo...”, reflexiona.

Vistas que compensan

Es la primera vez que estos jóvenes coinciden desde que comenzó la pandemia. El COVID-19 les obligó a cancelar el encuentro nacional que tenían previsto realizar este año, compaginando la peregrinación con algún tipo de acción de servicio. Llegan de distintos puntos de Cataluña, Madrid o Valencia, entre otros muchos lugares del territorio español. De la experiencia que están viviendo se quedan principalmente con los paisajes. “Cuesta mucho subir pero, una vez arriba, hay vistas preciosas”, señalan. Otra de las voces del grupo hace notar una ventaja, a mayores, del Camiño da Geira: “No está tan masificado como el Camino francés, por ejemplo”.

Tras la recepción brindada por el alcalde de A Estrada, José López, y la edil Amalia Goldar al pie del consistorio –les fueron poniendo el sello en su credencial del Camino–, los distintos grupos de esta expedición de peregrinos fueron abandonando el casco urbano estradense rumbo a Souto de Vea. Allí fueron acogidos en el pabellón del colegio para pasar la noche. Hoy madrugarán y realizarán la última etapa, la misma que les hará llegar a Santiago tras haber superado los 100 kilómetros que le brindarán la obtención de la Compostela.

Algunos de los integrantes de Scouts de Europa con el alcalde y la edil Amalia Goldar. | // A.CELA

“Lo que favorece al Camino es lo que vimos hoy” , dijo ayer el alcalde de A Estrada, José López Campos, al referirse a este grupo de scouts. Hizo esta declaración tras ser preguntado por la polémica surgida entre la asociación Codeseda Viva –abanderada del Camiño da Geira e dos Arrieiros– y el colectivo ligado a la investigación del Camiño Miñoto Ribeiro. El mandatario dijo que, en su día, aceptó la inclusión en esta última agrupación de municipios para defender el interés de estos dos caminos a Compostela. Subrayó el trabajo “enorme” de Codeseda Viva, que se vio recompensado con el reconocimiento eclesiástico de esta ruta a través de la Compostela. “Lo importante es que se reconozcan los dos. Es cierto que la asociación no está cumpliendo con la parte que teníamos acordada”, asumió en relación a las peticiones realizadas desde A Estrada en la agrupación investigadora Camiño Miñoto Ribeiro. Apuntó que la intención del ayuntamiento estradense es defender los dos caminos –que pasan por distintos puntos de A Estrada– y apostó por “remar todos hacia el mismo lado” para conseguir el reconocimiento de estas rutas por parte de la Xunta.

Fueron integrantes de Hostaleiros A Estrada los que se animaron a recibir con sidra local a estos peregrinos. La buena acogida no cayó en saco roto. Se busca favorecer el conocimiento de la senda jacobea que atraviesa estas tierras y, para ello, nada mejor que dejar un grato sabor en el paladar para que favorezca un buen boca a boca.