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Caminante, hay Camino, pero mucho por andar

La escultura de Manuel Lago regresó ayer a la Praza da Constitución.

De Braga a Santiago de Compostela pasando por A Estrada. Si el nombre del municipio hace ya de por sí alusión a que esta es tierra pisada en pos de la Ciudad del Apóstol, el reclamo turístico que representan las rutas de peregrinación es un pasaje hacia la prosperidad que el concello no puede permitirse perder. Hace años que la asociación Codeseda Viva se puso manos a la obra para defender el paso por A Estrada del bautizado como Camiño da Geira e dos Arrieiros. El que la sigue, la consigue. La asociación brindó a todos los estradenses la oportunidad de que la Iglesia reconozca esta ruta con la concesión de la Compostela para quienes lleguen a los pies de la catedral tras completar el que se presenta como un recorrido que desafía al caminante de pies a cabeza, por el intenso esfuerzo físico que exige en algunos momentos y la belleza con la que lo compensa en otros. Sin embargo, la agrupación de Codeseda ha cedido ahora el testigo a la administración para que siga luchando por sacar el máximo partido a este recurso turístico. Caminante, hay Camino, pero queda mucho por andar.

Peregrino esculpido por Cándido Pazos.

Peregrino esculpido por Cándido Pazos. Ana Cela

Solo el arte adorna al municipio estradense como parada para los peregrinos. En la Praza da Constitución, a los pies del consistorio estradense, lucen ya dos esculturas inspiradas en quienes cruzan el municipio para llegar a Santiago. La más reciente es la que el Concello compró –por 3.000 euros– a Manuel Lago Román y que este fin de semana regresa al enclave estradense al que llegó por una inocentada y en que echó raíces. Después de aparecer por sorpresa el Día de los Santos Inocentes, el férreo peregrino fue comprado por el Concello y retirado para proporcionarle un tratamiento antioxidante y retirarle la base en la que se colocaba, todo ello al servicio de no manchar la blanca plaza bajo sus pies.

Concha de vieira bajo el nombre de A Estrada.

Concha de vieira bajo el nombre de A Estrada. Ana Cela

A pocos metros luce otro peregrino apoyado en su báculo. El escultor Cándido Pazos quiso en esta pieza de serpentina inmortalizar al caminante con el gesto reflexivo y en cierto modo introspectivo que en muchos despierta el Camino. Sobre la piedra en que descansa se recoge el trayecto desde Braga hasta Santiago que hace escala en el municipio estradense, así como una mano en la que los peregrinos pueden apoyar la suya propia o una concha de vieira bajo el nombre de A Estrada, evocadora de su legado y futuro jacobeo.

Mano en la base de la escultura para que el peregrino apoye la suya.

Mano en la base de la escultura para que el peregrino apoye la suya. Ana Cela

Sin embargo, aunque son dos piezas hermosas para un municipio dispuesto a recibir a los peregrinos con los brazos abiertos, ¿dónde está la infraestructura? ¿Dónde el lugar para recibir a quienes pasen por el municipio rumbo a Compostela? Al margen de algunos preparativos en Codeseda, el único albergue turístico de A Estrada está cerrado a cal y canto y falta infraestructura por todas partes. Por ahora, solo se han colocado unas señales. Apuntan al buen camino pero, para avanzar, no conviene descansar demasiado. Hay que seguir caminando.

Trazado del Camiño da Geira e dos Arrieiros.

Trazado del Camiño da Geira e dos Arrieiros. Ana Cela

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